Trump firma orden ejecutiva para aumentar la presión del agua en las duchas

En una reciente movida que ha generado controversia en Estados Unidos, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que busca aumentar la presión del agua en las duchas, eliminando las regulaciones implementadas en la era de Obama para ahorrar agua. Esta acción ha sido vista por muchos como un intento de revertir normas ambientales clave y devolver a los estadounidenses lo que el presidente llama «duchas grandes».

 

La orden ejecutiva firmada en la Casa Blanca tiene como objetivo reducir las limitaciones de agua que, según las regulaciones federales, limitan el flujo de agua de las duchas a un máximo de 2.5 galones (9.5 litros) por minuto. Trump, quien ha sido un crítico abierto de estas normativas desde su primer mandato, argumentó que las restricciones han afectado la experiencia del usuario y disminuido la calidad de las duchas, una cuestión de la que se ha quejado públicamente en varias ocasiones.

 

«En mi caso, me gusta tomar una buena ducha, cuidar mi hermoso cabello», comentó Trump al firmar la orden. «Tengo que estar 15 minutos bajo la ducha para que se moje. Sale por goteo, es ridículo», añadió, haciendo alusión a las molestias que, según él, la regulación ha causado a los estadounidenses.

 

Con esta firma, Trump instruye al Departamento de Energía a revisar y revertir las normativas que consideran excesivas, asegurando que estas regulaciones «radicalmente verdes» no solo afectan la calidad de vida de los ciudadanos, sino que, según él, son parte de una «guerra» contra los hogares estadounidenses. «Vamos a liberar a los estadounidenses de estas restricciones burocráticas», dijo Trump durante la firma.

 

Mientras que el presidente y sus seguidores ven esta medida como una victoria para la comodidad y la libertad personal, algunos expertos y grupos defensores del medio ambiente se oponen a esta decisión. Según el Proyecto de Concienciación sobre Normas de Electrodomésticos, las restricciones en el agua de la ducha no solo ayudan a reducir los costos en los recibos de agua y electricidad de los consumidores, sino que también desempeñan un papel crucial en la protección del medio ambiente.

 

«Las pruebas han demostrado repetidamente que los modelos actuales de duchas pueden brindar una excelente experiencia sin desperdiciar recursos», indicó un informe de la organización en 2024. La idea es que la eficiencia en el uso del agua es clave para reducir el impacto ambiental y contribuir a la conservación de este recurso vital.

 

En resumen, esta orden ejecutiva genera un debate sobre la prioridad entre la eficiencia energética y la comodidad individual. Mientras Trump y su administración celebran la medida como un retorno a los «buenos tiempos», otros sostienen que el ahorro de agua y energía es un paso necesario para enfrentar los desafíos ambientales del futuro.

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