Carolina del Norte y California, EE.UU. – En su primer viaje de su segundo mandato, el presidente Donald Trump visitó Carolina del Norte y California, dos estados recientemente afectados por catástrofes naturales. Durante su visita, Trump criticó duramente a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y amenazó con condicionar la ayuda federal a California a cambios en sus leyes electorales y de gestión del agua.
En Carolina del Norte, donde las inundaciones provocadas por el huracán Helene el año pasado mataron a más de 100 personas, Trump declaró: «La FEMA nos ha decepcionado completamente». El presidente adelantó que firmará una orden ejecutiva para reformar o incluso eliminar la agencia. «Vamos a recomendar que la FEMA desaparezca. No es lo que necesita el pueblo estadounidense», afirmó.
Trump también se reunió con las víctimas de las inundaciones y les pidió compartir sus experiencias sobre los errores de las agencias federales y las compañías de seguros. Sin embargo, utilizó la tragedia para lanzar críticas contra sus rivales demócratas en California, donde los incendios forestales han causado más de 25 muertes y miles de millones de dólares en daños.
El presidente afirmó que podría retener la ayuda federal para California si el estado no cambia lo que él describe como «fallas sistémicas», incluyendo leyes electorales que, según él, permiten votar a migrantes en situación irregular, una afirmación desmentida por expertos. «En California tengo una condición: identificación de votante y que liberen el agua. Después de eso, seré el mejor presidente que California haya visto jamás», dijo Trump.
El gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, planea recibir al presidente a su llegada al estado, a pesar de la tensa relación entre ambos. Trump ha convertido a Newsom en uno de sus principales objetivos políticos, llamándolo «Newscum» y calificándolo de «idiota» durante una entrevista reciente en Fox News.