Trump congela aranceles por 90 días (menos a China) y Wall Street responde con una fiesta bursátil

 

La tarde del miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió al anunciar una pausa de 90 días en la imposición de aranceles del 10% y los recíprocos, como respuesta a solicitudes de más de 75 países que buscaban renegociaciones comerciales. La decisión tuvo efecto inmediato y provocó una reacción explosiva en los mercados financieros: Wall Street vivió una jornada histórica con alzas que superaron el 8%.

 

Eso sí, el anuncio vino acompañado de un golpe directo a China. Trump dejó claro que el país asiático no está incluido en la tregua y, por el contrario, le impuso un nuevo arancel del 125%, argumentando que el gobierno chino ha mostrado “falta de respeto hacia los mercados mundiales”. El mensaje fue difundido en su red Truth Social, donde también explicó que la medida es temporal y busca generar condiciones para nuevos acuerdos.

 

En cuestión de minutos, los principales índices bursátiles estadounidenses se dispararon. El Dow Jones subió más de 2,100 puntos (+5.76%), el S&P 500 aumentó 6.46% y el Nasdaq se disparó 8.04%, impulsado por las grandes tecnológicas. Este movimiento refleja el alivio de los inversionistas ante una posible desescalada en la guerra comercial, al menos con ciertos socios globales.

 

Por otro lado, los precios del petróleo también se vieron beneficiados. El crudo Brent ganó casi un 1%, mientras que el West Texas Intermediate subió 1.17%. Esto luego de que ambos indicadores habían caído más de un 5% en la sesión previa, ante los temores de recesión provocados por los aranceles y las represalias comerciales.

 

Sin embargo, el conflicto con China está lejos de terminar. En respuesta al anuncio de Trump, el gobierno chino impuso aranceles del 34% a todos los productos estadounidenses, con vigencia a partir del 10 de abril. Además, presentó una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), asegurando que las medidas de EE.UU. violan los principios del comercio internacional. La OMC advirtió que esta tensión podría reducir el comercio bilateral hasta en un 80%.

 

Analistas consideran que esta «pausa estratégica» busca abrir una ventana para renegociaciones con aliados, pero también es una maniobra política para mostrar fuerza frente a China sin afectar tanto la economía interna. El propio secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró que esta jugada busca «proteger los intereses estadounidenses mientras se fortalecen las cadenas de suministro aliadas».

 

En el fondo, la disputa entre las dos potencias más grandes del mundo sigue escalando y mantiene al planeta en vilo. Lo cierto es que los mercados celebran la pausa, pero la incertidumbre continúa, y todo apunta a que el tablero económico global podría seguir cambiando radicalmente en los próximos meses.

 

 

También te podría interesar