CDMX a 23 de septiembre, 2024.- El diputado Rubén Moreira Valdez, coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, expresó su preocupación por el traspaso de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), advirtiendo que esta medida no solucionará el grave problema de seguridad en el país y podría incluso agravar la situación. Durante su programa digital «Con Peras, Manzanas y Naranjas», Moreira enfatizó que militarizar a la GN no solo afecta la seguridad pública, sino también el modelo de defensa nacional.
El legislador subrayó que, a pesar del prestigio del Ejército mexicano, su intervención en tareas de seguridad pública no garantiza el éxito de las operaciones de la GN, ya que no existe un modelo de seguridad claro y efectivo. Recordó que las constituciones de 1857 y 1917 estipulaban que el Ejército no debía involucrarse en la seguridad pública, lo que resalta la necesidad de un enfoque civil para mantener el orden.
«Estamos desmantelando los estados al pasar la responsabilidad de la seguridad a una Guardia Nacional que ahora será militar», aseguró Moreira. Además, advirtió que la historia juzgará esta decisión como un error si no se corrige el rumbo. El diputado reiteró que el problema central no se está abordando: la falta de fortalecimiento de las policías estatales y municipales, que son fundamentales para garantizar la seguridad en las comunidades.
El economista Mario Di Costanzo también participó en el debate y criticó al gobierno de Morena por no haber priorizado la formación de policías civiles, lo que ha permitido que los cárteles de la droga controlen partes del territorio nacional. Para Di Costanzo, la falta de una estrategia clara en la creación de cuerpos de seguridad locales ha dejado al país en una situación de inseguridad alarmante.
Por otro lado, el abogado Miguel Ángel Sulub destacó que, con el cambio constitucional, los miembros de la Guardia Nacional pasarán a formar parte de la Fuerza Armada Permanente, adquiriendo nuevas responsabilidades en labores de investigación bajo la dirección del Ministerio Público, además de un fuero militar.
Moreira recordó que, antes del debate de la reforma, hizo un llamado a Morena y sus aliados a abrir un diálogo legislativo y escuchar a la oposición, argumentando que este tipo de decisiones requieren un consenso amplio. Lamentó que la reforma se haya discutido sin esperar el cambio de administración, lo que hubiera permitido una mejor evaluación de las posibles consecuencias.
Para Moreira, la paz en muchas regiones del país ha sido posible gracias al auxilio del Ejército, pero insistió en que una instancia de seguridad pública debe estar regida por un carácter civil, conforme a lo establecido en el artículo primero de la Constitución.
Con esta reforma, el panorama de la seguridad en México parece estar en un punto de inflexión. Mientras algunos sectores defienden la militarización de la Guardia Nacional como una medida necesaria, voces como la de Rubén Moreira advierten sobre los peligros que esto podría conllevar, tanto en términos de derechos humanos como en la posible falta de efectividad de la estrategia.
El debate sobre el futuro de la seguridad en México está lejos de terminar, y las críticas sobre el papel del Ejército en tareas civiles continuarán siendo un tema central en la agenda política.