Las redes sociales han revolucionado la forma en que las instituciones públicas interactúan con los ciudadanos, facilitando la transparencia y la rendición de cuentas. Este cambio ha generado un debate sobre la necesidad de reinterpretar estos conceptos en la era digital.
La rendición de cuentas se enmarca dentro de la Política de Participación Ciudadana en la fase de evaluación del ciclo de la gestión pública. Su objetivo es que las entidades de la administración pública y los servidores públicos informen, expliquen y den a conocer los resultados de su gestión a los ciudadanos, la sociedad civil, otras entidades públicas y a los organismos de control.
Sin embargo, la relación entre las redes sociales y la transparencia no es siempre positiva. Las características de las redes sociales, como su accesibilidad y la rapidez con la que se difunde la información, pueden tener diferentes impactos sobre la transparencia administrativa.
En el ámbito político, las redes sociales han asumido un papel importante en la comunicación directa entre el político, el partido o la institución, sin la necesidad del intermediario que suponía el medio de comunicación.
En México, el uso de redes sociales ha empoderado a los ciudadanos e incrementado la denuncia y castigo de actos de corrupción cometidos por políticos y burócratas.
A pesar de estos avances, existen desafíos en la transparencia de la financiación de los grupos políticos, especialmente durante la etapa de recolección de firmas para la inscripción de las candidaturas.
En conclusión, las redes sociales han transformado la transparencia y la rendición de cuentas en la política, pero también han planteado nuevos desafíos que requieren una reinterpretación de estos conceptos en la era digital.