El 28 de agosto de 2024, la tranquilidad de Xoxocotla, Morelos, se vio abruptamente rota por un acto de violencia que ha conmocionado a la comunidad. Javier David Jiménez, candidato a la alcaldía de este municipio, fue víctima de un brutal asesinato mientras viajaba en su camioneta por la carretera Cuernavaca-Jojutla.
El ataque ocurrió cuando Jiménez, quien conducía un Jeep gris oscuro, se detuvo momentáneamente tras ser alcanzado por dos hombres en una motocicleta. En un acto de desmedida crueldad, uno de los agresores se acercó y disparó directamente a la cara y la cabeza del candidato. La camioneta recibió al menos cinco disparos de arma de fuego de grueso calibre, lo que sugiere que Jiménez pudo haber fallecido de manera instantánea. La violencia con la que fue perpetrado el ataque refleja una preocupante escalada en la violencia política en la región.
El impacto del crimen fue inmediato y devastador. Al enterarse del asesinato, varios ciudadanos se acercaron al vehículo y sufrieron crisis nerviosas al reconocer la identidad del fallecido. La escena, marcada por el dolor y la incredulidad, subraya la tensión que enfrenta la comunidad local. Javier David Jiménez era hijo del ex secretario local de Seguridad Pública, Javier Jiménez, y su trágica muerte amplifica una creciente preocupación por la inseguridad que amenaza a los candidatos y a la integridad del proceso electoral.
Este asesinato no solo es una tragedia personal para la familia Jiménez, sino un luto colectivo que resuena en toda la región. La violencia política que se está gestando en Morelos plantea serios interrogantes sobre la seguridad de los aspirantes a cargos públicos y la necesidad urgente de fortalecer las medidas de protección y justicia. La comunidad, ahora en duelo, demanda respuestas y acciones que garanticen la protección de los candidatos y frenen el espiral de violencia que ensombrece el panorama político local.