Por Juan Pablo Ojeda
La mañana de este viernes, durante la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, se dieron a conocer detalles sobre el trágico accidente ocurrido el jueves en la refinería Deer Park, de Pemex, en Texas. Este incidente ha dejado un saldo de dos muertos, quienes no eran empleados de la empresa.
Víctor Rodríguez, director general de Pemex, explicó que el accidente se debió a una fuga de gas amargo, una sustancia altamente nociva para la salud. Afectó a 35 personas en total, de las cuales 13 fueron llevadas al hospital; afortunadamente, todas se reportan fuera de peligro. Rodríguez aclaró que estas hospitalizaciones son parte del protocolo de atención que exige observación durante 24 horas.
Los dos fallecidos se encontraban en la zona afectada y recibieron el impacto directo del gas. “No pudimos recuperar los cuerpos hasta la madrugada debido a que la zona permanecía contaminada. Después de que se disipó el gas, se pudo ingresar y se encontraron los cuerpos; uno estaba al nivel del piso y el otro a unos 10 metros de altura, lo que complicó un poco la recuperación”, detalló Rodríguez.
Pemex ha establecido una serie de protocolos para intervenir con las familias de las víctimas y ha mantenido comunicación constante con las autoridades locales y federales desde el momento del accidente. En este sentido, el director de Pemex subrayó que aún se están realizando investigaciones para determinar las causas del accidente. “No podemos especular sobre lo que ocurrió hasta que se realice un análisis exhaustivo”, dijo, enfatizando que los fallecidos pertenecen a empresas de mantenimiento contratadas externamente y no son trabajadores directos de Pemex.
Rodríguez también aclaró que, aunque hay personal estadounidense en la refinería, no hay empleados de Pemex trabajando allí, salvo por los directivos. La empresa ha ofrecido apoyo a las familias afectadas y ha activado seguros pertinentes según los protocolos establecidos para estos casos.
A raíz del incidente, varias plantas han detenido sus actividades como medida de precaución. “Hay una cotizadora, y dos plantas de destilación han sido paradas, una de ellas sigue operando. También se detuvo temporalmente una planta de desintegración catalítica”, informó el director. La refinería, que tiene una capacidad de producción de alrededor de 320 mil barriles por día, espera reiniciar operaciones una vez que se complete el análisis de las causas del accidente.
Esta tragedia en la refinería Deer Park resalta la importancia de la seguridad en el manejo de sustancias peligrosas y la necesidad de un monitoreo constante para prevenir incidentes que puedan costar vidas.