La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, lideró con gran entusiasmo el Segundo Carnaval de Carnavales, un colorido evento que reunió a 74 comparsas y más de 4,500 participantes, entre ellos 1,066 niños. Esta festividad, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la capital desde 2024, rescató el espíritu ancestral de una tradición que tiene sus raíces en los pueblos originarios.
Durante el evento, Brugada destacó la importancia de visibilizar estas expresiones culturales, tradicionalmente relegadas a los barrios y comunidades:
“Lo primero que hemos decidido hacer es visibilizarlos, que salgan de sus pueblos, de sus casas, de sus calles que los vieron nacer. ¡Que vivan los carnavales! ¡Que vivan las comparsas! ¡Y que vivan todas las expresiones artísticas de los pueblos originarios de la Ciudad de México!”, exclamó ante el júbilo de los asistentes.
Carnavales: Crítica Social Convertida en Identidad Cultural
La mandataria recordó que el origen de los carnavales se remonta a una forma de protesta social contra la élite burguesa, quienes incluso llegaron a prohibirlos. Hoy, esta manifestación se ha transformado en un símbolo de identidad y orgullo para la capital.
Por su parte, Ana Francis López Bayghet, secretaria de Cultura, resaltó la participación de nueve alcaldías: Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Tláhuac, Tlalpan, Venustiano Carranza y Xochimilco.
“El carnaval tiene cientos de años de tradición, fusionando fiestas tradicionales y religiosas. Damos la más cordial bienvenida a todos los carnavaleros y carnavaleras que hoy nos acompañan”, expresó López Bayghet.
Máscaras que Narran Historia
Uno de los momentos más simbólicos fue cuando una representante de las comparsas de Azcapotzalco explicó el significado de su máscara de cera:
«Representa al náhual de los españoles. Todavía nos seguimos burlando de los invasores españoles con este símbolo, que tiene nariz de cerdo. Las mujeres de Azcapotzalco llevamos máscaras con rasgos femeninos, en contraste con otras propuestas.»
El Segundo Carnaval de Carnavales fue una celebración llena de tradición, música, danzas y colores, reafirmando el compromiso de la Ciudad de México por preservar su riqueza cultural.