Tamaulipas a 20 de junio, 2024.- La tormenta Alberto, que tocó tierra en Tamaulipas, se ha degradado a depresión tropical mientras se desplazaba hacia San Luis Potosí, dejando una trágica estela a su paso. Hasta las 9:00 horas de hoy, Alberto se encontraba aproximadamente a 50 kilómetros al oeste-noroeste de Ciudad Valles, San Luis Potosí, y a 155 kilómetros al oeste de Tampico, Tamaulipas. Lamentablemente, el primer fenómeno de la temporada de huracanes del Atlántico ha causado la muerte de cuatro personas en Nuevo León.
El último deceso reportado es el de un hombre que murió electrocutado mientras realizaba una reparación eléctrica en su hogar en el municipio de El Carmen, al norte de la zona metropolitana de Monterrey, según informó Protección Civil de Nuevo León.
Este incidente se suma a la trágica muerte de tres menores de edad el miércoles. En Monterrey, un joven de 15 años perdió la vida tras caer al cauce del río La Silla mientras jugaba fútbol. En otro incidente en el municipio de Allende, dos niños de 12 años fallecieron electrocutados mientras paseaban en bicicleta.
Las autoridades han emitido múltiples avisos de precaución debido a las peligrosas condiciones meteorológicas que ha traído consigo la depresión tropical Alberto. Se han implementado operativos de emergencia para asistir a las comunidades afectadas y minimizar los riesgos adicionales.
Protección Civil de Nuevo León ha instado a la población a mantenerse informada y seguir las indicaciones de seguridad. Se han habilitado refugios temporales para aquellos que necesiten abandonar sus hogares debido a las condiciones peligrosas.
El impacto de Alberto destaca la importancia de estar preparados para la temporada de huracanes y tomar las medidas necesarias para protegerse y proteger a las comunidades. La rápida respuesta de las autoridades ha sido crucial para manejar esta situación, pero la tragedia de las vidas perdidas es un recordatorio doloroso de los peligros que estos fenómenos naturales pueden representar.
La degradación de Alberto a depresión tropical no ha disminuido su capacidad de causar estragos y pérdidas humanas. Es vital que las comunidades afectadas sigan las recomendaciones de las autoridades y permanezcan vigilantes durante el resto de la temporada de huracanes. La solidaridad y la preparación son esenciales para enfrentar estos desafíos climáticos.