Enclavado en el desierto de Baja California Sur, Todos Santos es un oasis de arte, historia y naturaleza. Con su mística de tranquilidad y creatividad, este Pueblo Mágico seduce a quienes lo visitan, dejando en la memoria una experiencia que evoca la célebre frase: «You can check out any time you like, but you can never leave».
Con más de 25 galerías distribuidas a lo largo de su avenida principal, Todos Santos es un epicentro artístico en el corazón del desierto. Pintores, escultores y artesanos de diversas partes del mundo han encontrado aquí un hogar, fusionando influencias internacionales con tradiciones mexicanas.
La creatividad de este lugar tiene su máxima expresión en el Festival de las Artes, celebrado cada febrero. Este evento reúne muestras de cine, danza, gastronomía, poesía y música en vivo, haciendo vibrar al pueblo con una energía única.
Historia viva y belleza colonial
Recorrer las calles de Todos Santos es como viajar en el tiempo. Sus antiguas casonas, muchas de ellas vestigios de los molinos azucareros que operaron hasta 1965, ahora son hoteles boutique y galerías de arte. Los colores azul y rosa adornan las fachadas coloniales, rodeadas de árboles de mango, palmeras y datileras.
En el corazón del pueblo, la Plaza Principal está flanqueada por dos joyas históricas: la Misión de Nuestra Señora del Pilar y el Teatro General Manuel Márquez de León. Muy cerca, la Casa de la Cultura, dirigida por el profesor Néstor Agúndez, alberga valiosos murales de 1933, herramientas de los antiguos habitantes de la región y exhibiciones de arte contemporáneo.
A solo tres kilómetros, el Océano Pacífico recibe a surfistas de todo el mundo con olas perfectas y playas de ensueño. Pero eso no es todo. La Sierra de la Laguna, catalogada como Reserva de la Biosfera, ofrece senderos para caminatas, observación de flora y fauna endémica, e incluso travesías en mula.
Durante la temporada, es posible participar en campamentos de conservación de tortugas marinas o admirar la bóveda celeste en noches despejadas, sumando experiencias inolvidables a este destino mágico.
Un clima envidiable
Con temperaturas que oscilan entre los 18 y los 28 grados centígrados, Todos Santos goza de un frescor privilegiado gracias al viento del Pacífico y a su ubicación en el Trópico de Cáncer. Su clima templado lo convierte en un refugio perfecto, especialmente para quienes buscan escapar del calor extremo de sus vecinos: La Paz y Los Cabos.
Los habitantes de Todos Santos, conocidos por su calidez y hospitalidad, invitan a los visitantes a disfrutar de una charla en una mecedora mientras comparten historias locales. Aquí, el tiempo parece detenerse y cada momento se vive con autenticidad.
Antes de partir, es inevitable que una última estrofa de «Hotel California» resuene en la mente: “You can never leave”. Y es que, aunque físicamente sea posible irse, Todos Santos siempre se queda en el corazón.