Por Bruno Cortés
¿Por qué todos hablan del TMEC esta semana?
Las tensiones comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá están al rojo vivo, y el TMEC se encuentra en el ojo del huracán. Desde amenazas de aranceles hasta dudas sobre la permanencia de México en el acuerdo, el panorama se complica, y la economía mexicana está en juego.
¿Qué dice México?
La presidenta Claudia Sheinbaum dejó claro que el compromiso con el TMEC es inamovible. Aseguró que México no es la «puerta trasera» de productos chinos hacia Estados Unidos y destacó que el gobierno está trabajando en seguridad y migración para llegar fuerte a la revisión del tratado en 2026. Además, busca fortalecer la producción regional, sustituyendo insumos asiáticos por manufactura norteamericana.
¿Qué quiere Estados Unidos?
Donald Trump, próximo a asumir la presidencia, ya puso las cartas sobre la mesa: o México y Canadá endurecen su postura contra China, migración y tráfico de fentanilo, o enfrentan aranceles del 25%. Incluso amenazó con renegociar el acuerdo por separado.
¿Y Canadá?
Justin Trudeau sorprendió al cuestionar la permanencia de México en el TMEC, dejando abierta la posibilidad de buscar otras opciones comerciales. La oposición canadiense tampoco se quedó atrás, acusando a México de ser un canal para productos chinos.
¿Qué está en juego para México?
- Incertidumbre comercial: Las amenazas de Trump y las críticas canadienses generan nerviosismo en los mercados e inversionistas.
- Diversificación urgente: México debe reducir su dependencia de insumos asiáticos y fortalecer cadenas de suministro regionales.
- Oportunidades industriales: Sustituir importaciones chinas por producción local podría detonar un boom en la manufactura mexicana.
- Sectores en la mira: Energía, agricultura y derechos laborales están en riesgo de ser revisados con lupa en 2026.
- Equilibrio estratégico: México necesita mantener relaciones comerciales con China sin descuidar su posición en Norteamérica.
Reflexión final
La próxima revisión del TMEC será un campo de batalla donde México debe jugar con estrategia y diplomacia. En un contexto donde los socios norteamericanos tensan la cuerda, el país debe proteger su economía, fortalecer su industria y demostrar que sigue siendo un jugador clave en la región.