Por Juan Pablo Ojeda
En medio de un ambiente tenso dentro del movimiento de Morena, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, ha dejado claro que los recientes conflictos internos podrían marcar un serio problema para el partido. Lo que empezó como una serie de diferencias internas sobre el manejo del presupuesto y los contratos en el Senado, ahora está convirtiéndose en un enfrentamiento abierto, lo que podría afectar la estructura misma de Morena.
Monreal, quien también ha sido uno de los principales impulsores del movimiento que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, ha señalado que este tipo de situaciones son comunes cuando un movimiento social logra grandes victorias. Las tensiones internas, las campañas mediáticas y los ataques entre miembros del mismo equipo suelen ser el principio de un proceso de desgaste que podría llevar a un deterioro estructural. «La historia nos ha enseñado que cuando los movimientos sociales triunfan, los conflictos internos y las campañas mediáticas orquestadas en contra de unos de los suyos son el primer paso hacia el declive», dijo Monreal en sus redes sociales.
El desencadenante de este conflicto fue una denuncia pública de Adán Augusto López Hernández, presidente de la Jucopo en el Senado, quien criticó la reciente reducción del presupuesto al Senado aprobada por la Cámara de Diputados. López Hernández acusó a Monreal de tener contratos irregulares durante su gestión, apuntando a un acuerdo millonario con la empresa Full Services de México, que fue rescindido tras sus señalamientos. Según López Hernández, estos contratos formaban parte de una red de «simulaciones» que beneficiaban a particulares a expensas del Senado. Como respuesta, amenazó con presentar más denuncias para «limpiar cualquier sospecha de corrupción» en la Cámara alta.
Sin embargo, Ricardo Monreal no se quedó callado y negó las acusaciones. Aseguró que el presupuesto del Senado no fue reducido, sino que se incrementó en un 3%, descalificando las afirmaciones de López Hernández como «falsedades». En defensa de su gestión, Monreal detalló que fue él quien solicitó una auditoría a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la cual no encontró irregularidades en los contratos cuestionados. Además, aclaró que el proceso de asignación del presupuesto fue coordinado adecuadamente entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo, y que no fue una decisión unilateral de su parte.
La situación está provocando un gran ruido dentro de Morena, que se encuentra dividido. Los diputados federales han salido en apoyo de Monreal, firmando un desplegado para respaldarlo frente a las acusaciones. Mientras tanto, dentro del partido surgen diversas hipótesis sobre el origen del conflicto, algunos apuntando a disputas personales entre los involucrados, otros especulando sobre las tensiones internas derivadas de las próximas elecciones y las posibles candidaturas.
Este episodio refleja la compleja dinámica interna de Morena, un partido que, aunque ha logrado grandes victorias políticas, enfrenta serios desafíos internos que podrían poner en peligro su cohesión en los próximos años. La lucha por el poder y la influencia dentro del movimiento podría ser solo el comienzo de una serie de enfrentamientos que, como señala Monreal, podrían generar un deterioro irreversible.