Ciudad de México, a 19 de septiembre.- En medio de una atmósfera económica turbulenta, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) comienza su reunión de dos días. Este evento tiene como telón de fondo el alza en los precios del petróleo internacional, la aparente debilidad del dólar y el constante aumento en los intereses de la deuda.
El peso mexicano muestra signos de resiliencia en el comienzo de la jornada del martes, apreciándose un 0.25% y cotizando alrededor de 17.0886 unidades por dólar, según datos del Banco de México. En contraparte, el dólar se ve acosado poco antes de que la Fed revele datos cruciales sobre tasas y otros indicadores macroeconómicos.
Los inversionistas del mercado del petróleo se encuentran en alerta máxima debido a la acelerada escalada de sus precios. La mezcla WTI y el Brent experimentan alzas, y la presión inflacionaria se intensifica. Los expertos, incluidos los de JP Morgan, están ansiosos por descifrar la trayectoria del crudo en este contexto.
En otro frente, los mercados están en vilo con el aumento en el interés de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que supera el 4.30%, rozando máximos de casi dos décadas.
El centro de atención esta semana recae en los bancos centrales. Aparte de la Fed, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra y otros están por determinar el rumbo de sus políticas monetarias.
Las bolsas no se quedan atrás. Wall Street arranca en números rojos con descensos en sus principales índices. Mientras tanto, en México, el IPC también experimenta una disminución.
Sin duda, los próximos movimientos y decisiones de estos bancos centrales serán determinantes para el panorama económico mundial en el corto y mediano plazo.