El enlace de atención veterinaria del Zoológico de Chapultepec, Miryam Gabriela Nogueira Marmolejo, quien desde el nacimiento del jaguar ha estado al pendiente de su desarrollo y bienestar, asegura que Tecuani, a quien define como belleza, amor, agilidad y aprendizaje, se encuentra en buen estado de salud y en aproximadamente dos o tres meses se prevé sea trasladado a un hábitat en donde lo podrán conocer los visitantes del zoológico.
Platica que desde que nació Tecuani, hijo de África y Loki, dos jaguares de alrededor de tres años de edad, se elabora una serie de bitácoras de su crianza en donde se incluyen datos sobre sus desparasitaciones, vacunas, pesaje, además de otros detalles como la dieta que sigue.
“Es mi primer felino grande que me toca en crianza artificial, crianza asistida por parte de nosotros. Son animalitos que te das cuenta que son sumamente astutos, muy inteligentes desde bebés porque empiezan a asociar los horarios. Después de nacer, permaneció por algunas semanas en una incubadora en la que se puede graduar temperatura y humedad, e incluso asistir con oxígeno si es necesario. (Tecuani) sabía muy bien quién destapaba el capelo, se empezaba a mover como gusanito y sabía sus horarios; conforme fue creciendo, tuvo que emigrar a casa de niño más grande”, narra la médico veterinaria.
Refiere que al nacer, este jaguar pesó entre 800 y 900 gramos, tomaba mamila, y a partir del mes y medio fue destetado. Actualmente come croquetas para cachorro y un poco de proteína de origen animal (carne), además de un suplemento de vitaminas y minerales que le permite tener niveles adecuados de calcio.
“Es un pequeño felino que está aprendiendo a cazar, que está aprendiendo a trepar, porque nosotras, incluyo también a mis compañeras que apoyaron en esto, le estamos proporcionando las herramientas para que muestre las conductas de acuerdo con la biología de la especie. Tiene sus troncos, hamacas, y poco a poco va aprendiendo”, comenta.
Nogueira Marmolejo destaca la importancia que tiene el trabajo y las atenciones de médicos veterinarios, biólogos y cuidadores en una crianza artificial, realizada en centros de conservación de fauna silvestre, cuando los padres alejan a las crías por distintas causas como el hecho de ser madres primerizas.
“Aprendamos mucho de las especies que están bajo cuidado profesional en los zoológicos, aprendamos a admirarlas, aprendamos a entenderlas y también algo muy importante es que aprendamos que a veces necesitamos como profesionales darles una ayudadita extra, en este caso con la crianza artificial”, manifiesta.