CDMX a 6 de abril, 2023.- Existen diversas técnicas de relajación y respiración que pueden ayudar a manejar el estrés.
Una de las técnicas más simples es la respiración profunda, que se puede hacer en cualquier lugar. Para practicarla, se debe sentar o acostarse y colocar una mano sobre el estómago y la otra sobre el corazón. Luego, se debe inhalar profundamente por la nariz, llenando los pulmones de aire y sintiendo cómo se expande el abdomen. Después, se debe exhalar lentamente por la boca, vaciando los pulmones de aire y sintiendo cómo se contrae el abdomen.
Otra técnica es la meditación, que consiste en concentrar la atención para sentirse más relajado. La meditación puede ayudar a reaccionar de manera más calmada a las emociones y pensamientos que provocan estrés. Para meditar, se debe buscar un lugar tranquilo y cómodo, sentarse con la espalda recta y cerrar los ojos. Luego, se debe concentrar en la respiración, inhalando y exhalando lentamente. Si la mente se distrae, se debe volver a concentrar en la respiración.
La biorretroalimentación es otra técnica que enseña a controlar algunas funciones del cuerpo, como la frecuencia cardíaca o ciertos músculos. Para practicarla, se debe conectar el cuerpo a un monitor que mide las funciones que se quieren controlar. Luego, se debe aprender a controlar esas funciones a través de la respiración, la relajación muscular o la visualización.
Existen también diversas técnicas de respiración que pueden ayudar a relajarse. Una de ellas es la respiración abdominal, que se aprende fácilmente y es fácil de hacer. Para practicarla, se debe sentar o acostarse en una posición cómoda, colocar una mano sobre el abdomen justo debajo de las costillas y la otra mano sobre el pecho. Luego, se debe inhalar profundamente por la nariz, sintiendo cómo se expande el abdomen, y exhalar lentamente por la boca, sintiendo cómo se contrae el abdomen.