México sigue demostrando que su tierra está llena de secretos por descubrir, y esta vez, el pequeño pueblo de Tecacahuaco, en Hidalgo, ha captado la atención de arqueólogos y expertos. Con una población de apenas 1,000 habitantes, esta localidad se ha convertido en un nuevo punto de interés tras un sorprendente hallazgo arqueológico que podría cambiar la comprensión de la historia en la región.
El descubrimiento fue realizado de manera casual en abril de 2024, cuando un vecino, al ampliar su potrero, se topó con una estructura que parecía fuera de lo común. Inmediatamente, las autoridades locales informaron al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que desde entonces ha visitado el lugar en tres ocasiones para investigar y certificar la relevancia de este hallazgo.
Según Osvaldo José Sterpone, director del INAH en Hidalgo, la estructura descubierta parece ser la base de una construcción de mayor tamaño, que habría alcanzado un diámetro de 15 metros en su base. Esta construcción, realizada con arenilla y acabada en cal, presenta paredes en forma de «V» que pudieron haber alcanzado hasta tres metros y medio de altura.
Aunque el origen y la época exacta de esta estructura aún están en proceso de investigación, los indicios apuntan al periodo Posclásico, entre los años 900 y 1521. De confirmarse esta teoría, Tecacahuaco podría haber sido un asentamiento bajo el control de Metztitlán, un hecho que añadiría una nueva dimensión a la historia arqueológica de la región.
Además del basamento, se ha descubierto una cancha para el juego de pelota, parcialmente cubierta por la maleza, que mide aproximadamente 18 metros de largo. Los investigadores están utilizando técnicas de fotogrametría y análisis en la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas e Históricas para documentar y entender mejor este descubrimiento.
Sin embargo, no todo el patrimonio ha podido ser preservado. Según testimonios de los habitantes más ancianos del pueblo, un sacerdote ordenó la destrucción de varias figuras de piedra, lo que representa una pérdida significativa para la historia local. Aun así, este descubrimiento sigue siendo un hecho de gran relevancia que pone a Tecacahuaco en el mapa de los sitios arqueológicos de México.
El siguiente paso será la colaboración entre las autoridades de Atlapexco, el gobierno estatal y federal, y el INAH para asegurar la adecuada gestión y conservación del sitio, permitiendo que los estudios y excavaciones continúen.
Tecacahuaco, un pueblo que hasta hace poco era desconocido, ahora tiene el potencial de revelar secretos que han permanecido ocultos durante siglos.