Ocho hombres afroamericanos fueron temporalmente expulsados de un vuelo de American Airlines después de que un miembro de la tripulación los acusara de tener «mal olor». Este incidente, investigado como un caso de discriminación racial, ha levantado serias dudas sobre la validez de las razones detrás de la drástica medida tomada por la aerolínea.
Una denuncia polémica y una demanda en curso
Tres de los pasajeros afectados, sin conexión entre sí, han presentado una demanda contra American Airlines alegando discriminación. Según la demanda, la acusación fue una «denuncia falsa» realizada por un asistente de vuelo blanco, lo que retrasó el despegue del avión durante al menos una hora antes de que el grupo pudiera volver a abordar. «Fue traumático y denigrante», describieron los hombres en su denuncia, señalando que durante el resto del vuelo tuvieron que soportar el escrutinio de los otros pasajeros.
Respuesta de American Airlines
American Airlines ha respondido anunciando que varios empleados involucrados en el incidente han sido puestos de licencia. Robert Isom, CEO de la aerolínea, expresó su decepción por lo sucedido y admitió que la compañía falló en cumplir sus compromisos con los clientes. Además, American Airlines ha creado un grupo de asesoría centrado en mejorar la capacitación en diversidad y abordar los prejuicios y la discriminación.
Un historial de incidentes similares
Este no es el primer caso en el que American Airlines expulsa a pasajeros por denuncias de mal olor corporal. En 2019, una familia judía fue retirada de un vuelo por razones similares, lo que también generó acusaciones de discriminación. En 2017, la NAACP emitió una advertencia a los pasajeros sobre volar con American Airlines debido a varios episodios de discriminación racial, aunque esta advertencia fue levantada nueve meses después tras la promesa de la aerolínea de hacer cambios significativos.
Políticas de las aerolíneas sobre el mal olor
Las aerolíneas, incluyendo American Airlines, Delta y United Airlines, se reservan el derecho de expulsar a pasajeros de sus vuelos por mal olor. Estas políticas están delineadas en sus contratos de transporte y términos de seguridad. Aunque están diseñadas para mantener la comodidad y seguridad de todos los pasajeros, estos casos recientes subrayan la necesidad de una aplicación justa y no discriminatoria de dichas políticas.