CDMX a 1 de abril, 2023.- La expresión «a ojo de buen cubero» se utiliza para referirse a la acción de medir algo de forma imprecisa, sin la ayuda de ningún tipo de peso o medida.
Según diversas fuentes, el origen de la expresión estaría relacionado con el antiguo oficio de cubero, persona que fabricaba las cubas (una especie de bidones o tinajas) en las que se almacenaba el vino.
La cuba era, además de un recipiente, una medida de capacidad, y ya que no existía ningún tipo de artilugio para la medición, la exactitud de la capacidad de la cuba dependía de la pericia del fabricante, en este caso el cubero.
De ahí que, primero en el ámbito rural y luego a nivel general, se comenzase a utilizar la expresión «a ojo de buen cubero» cada vez que alguien se refería al hecho de medir algo valiéndose únicamente de la percepción y de la vista.
La capacidad de los cuberos para realizar cubas prácticamente iguales sin utilizar ningún tipo de medida hizo que se popularizase la expresión «a ojo de buen cubero» como símbolo del buen ojo que tenían estos artesanos a la hora de realizar su trabajo.
Un ejemplo de uso de la expresión podría ser: «El tiempo de cocción depende, naturalmente, de la calidad de los frijoles, si son los americanos que son grandes, largos y duros, pues hay que darle más tiempo, si son los cubanos o los brasileños, que son chirriquiticos, redonditos y suaves, basta con el tiempo indicado. Al destaparlos, se les da un poco más de candela, a ojo de buen cubero, hasta que cuajen, y se conviertan en una especie de puré»