Como parte de las acciones para inducir y promover el ahorro, uso eficiente de la energía y el cuidado del medio ambiente, el FIDE sugiere que al realizar algunas tareas domésticas se adopten prácticas que coadyuvan a evitar el calentamiento global y sus consecuencias en la salud y el medio ambiente.
De acuerdo con el Sistema de Información Energética de la Secretaría de Energía (SENER), después del sector industrial, el sector de la vivienda es donde se consume mayor cantidad de energía eléctrica, de ahí la importancia de concientizarnos y adoptar hábitos que permitan reducir la huella de carbono.
La lista del consumo de energía eléctrica la encabeza el refrigerador, los aires acondicionados para enfriar espacios y el televisor, por lo que se sugiere cambiar algunos estilos de vida para ahorrar energía sin sacrificar el confort.
Refrigeradores
• No introducir comida caliente a los refrigeradores
• De preferencia, sustituir equipos de más de 15 años de antigüedad de alto consumo energético por refrigeradores eficientes con los que puedes reducir hasta 60% de energía y ahorrar dinero.
Aire acondicionado
• Mantenerlo a 24°C tanto en verano como en invierno, la temperatura es suficiente para el confort.
Televisores
• Mantenerlo apagado y desconectado cuando no esté en uso.
• Evitar utilizarlo como sonido ambiente mientras se cocina o se habla con la familia.
• Equipos en modo de espera (vampiros eléctricos)
• Desconectar los electrodomésticos y dispositivos electrónicos, cuando no se usen, porque aún apagados consumen entre el 5% y 10% del gasto de energía eléctrica en el hogar.
Optimizar el uso de la energía eléctrica
• Utilizar la plancha en cuanto se conecta y desconectarla antes de concluir.
• Aprovechar el calor para varias prendas.
• No sobrepasar la capacidad máxima de la lavadora aconsejada por el fabricante.
• Utilizar la opción del programa económico para lavar poca ropa.
• Usar la cantidad correcta de jabón para evitar más de un enjuague.
Estas acciones contribuyen a la seguridad energética, al cuidado del medio ambiente y de la salud, así como al ahorro del gasto familiar por la reducción del precio de la factura de energía eléctrica.