Unos 80 productores de trucha en los municipios de Tlalnelhuayocan, Xico, Coatepec y Acajete sufren crisis de comercialización, pues tienen en estanques más de 70 toneladas del pescado, manifestó Gabriela Rodríguez, proveniente de la primera demarcación.
Explicó que enfrentan uno de los peores años, debido al incremento en el precio del alimento para criar los peces, la falta de apoyos gubernamentales, la disminución del consumo por la inflación y el cierre de algunas carreteras, que impide el acceso a la región.
Ante el problema, un grupo de trucheros se trasladaron de sus localidades a la capital del estado para improvisar una pescadería callejera y rematar su producción a los transeúntes. Alrededor de las 10:30 horas de la mañana del viernes, una camioneta de redilas se estacionó en la calle Prolongación Villahermosa, de Xalapa. Las personas que venían a bordo descendieron del vehículo, destrabaron la puerta trasera de la unidad, bajaron cubetas, hieleras, una mesa, utensilios diversos y comenzaron a ofrecer 500 kilos de trucha a bajo precio.
Algunas amas de casa, que se enteraron a través de redes sociales sobre lo que sucedía, pronto se organizaron en una fila para hacer sus pedidos y lograron adquirir el kilo en 140 pesos, 15 por ciento menos de lo que pagan en negocios formalmente establecidos.
Se encarece alimento para peces
Rodríguez detalló que en 2021 se podía obtener un bulto de alimento para los peces –de 25 kilos– a 380 pesos, y ahora no se consigue en menos de 520. “Si consideramos que por cada kilo de trucha debemos invertir dos de alimento, pues sí nos han elevado los costos de producción casi al doble. Y con la crisis, tampoco podemos subir el precio a los consumidores, debemos absorber los gastos”, indicó.
Aunado al alza en los insumos, también resienten la falta de apoyos gubernamentales.“Hemos buscado a las autoridades de Veracruz, pero no dan respuestas; fuimos a ver a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca, pero no hay programas. Nos ofrecieron ayuda en algún momento; sin embargo, no se ha aterrizado”.
Gabriela refirió que ellos no exigen que las autoridades les regalen nada, “con que nos liberen los préstamos y nos den financiamiento a un interés aceptable, con eso es suficiente”.
La producción de trucha, refirió, es un negocio vulnerable, surgen problemas por la sequía o por el exceso de lluvia, pero también porque una vez que el pez llega al tamaño ideal para su consumo –entre 380 y 400 gramos– no hay mucho tiempo para comercializarla.
“Hemos ido con Financiera Nacional (de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero) y nos dicen que no somos parte del sistema-producto. En 12 años no hemos tenido apoyos, no hay ni eventos de fomento al consumo, la última feria que tuvimos fue en 2018”, señaló.
Otro elemento que ha causado merma a quienes tienen granjas de truchas en Veracruz está relacionado con el efecto inflacionario que se vive en el país. “La gente no está llegando a comprar, hay un incremento en los precios, en todo, y eso hace que las personas dejen de consumir”.
Además, añadió Gabriela Rodríguez, en Tlalnelhuayocan “hay obras carreteras que tienen dos meses y prácticamente no han avanzado nada; los sábados y domingos nos cierran la vialidad por la que llega la gente, lo que ha provocado una caída en las ventas hasta de 70 por ciento”.
Por otro lado, también los restauranteros de la región se han visto afectados por dichos trabajos; “y si ellos no venden, que son nuestros principales clientes, nosotros tampoco”, aseguró. A las 14 horas del viernes, los trucheros ya habían agotado la mayor parte de su cargamento, y esperaban terminar su labor a las 16 horas.
Según afirmaron ésta fue una prueba piloto que tuvo resultados favorables para ellos, así que tienen pensado regresar dentro de 15 días, con truchas de otros seis productores de la región, “para que todos puedan vender un poco, y recuperen por lo menos su inversión”.