El debut del entrenador uruguayo Diego Alonso no pudo ser mejor: victoria por la mínima ante Paraguay, mejora en el rendimiento y tres puntos de oro en la pelea por llegar al Mundial de fútbol de Catar.
El gol de Luis Suárez a los 50 minutos de partido cortó con la racha negativa de cuatro derrotas consecutivas para la celeste y dejó a Paraguay virtualmente afuera de la máxima cita.
Para la celeste es acceder transitoriamente al cuarto puesto de la clasificación, al menos hasta que este 28 de enero jueguen Colombia y Perú, el último de los pasaportes directos a Catar.
También la recuperación de su gran goleador, que no sólo anotó sino que jugó todo el partido, se volvió a mostrar conectado con el juego de su equipo, voluntarioso y, sobre todo, peligroso para la defensa rival.
Una señal que ya pudo verse de este nuevo equipo es la de plantear los partidos más adelante. En ese sentido, a Alonso se lo vio festejando un lateral ofensivo a favor, producto de la presión de los suyos, casi con la misma intensidad con la que festejó el tanto de Suárez.
Cambio generacional
Entre ambas selecciones se contabilizaba apenas un gol en los últimos 10 partidos y el primer tiempo fue una continuación de esa sequía.
Para contrarrestar la apatía ofensiva, el debutante Diego Alonso mandó a la cancha a Luis Suárez y Darwin Núñez, la historia y el presente charrúa. Y detrás de ellos, a la vieja usanza del 10 asistidor, Facundo Pellistri, una joya a pulir.
Tiene una doble tarea el seleccionador uruguayo, ambas difíciles. Por un lado, necesita clasificar a la celeste a su cuarto mundial consecutivo, y así igualar su mejor racha. Por el otro, servir de puente entre dos generaciones de futbolistas que parecen ser acopladas algo tarde.
Es por eso que en el segundo tiempo mandó a otra pareja de atacantes: a la cancha saltaron el experimentado Edinson Cavani junto al juvenil de Peñarol, Agustín Cannobio.
El Mundial, para el que Brasil y Argentina son los países sudamericanos que ya están clasificados, de disputará en diciembre.