Dos astronautas de la NASA, Barry Eugene Wilmore y Sunita Williams, se encuentran atrapados a 400 kilómetros sobre la Tierra tras que su nave de regreso, la Starliner de Boeing, enfrentara fallas técnicas. Inicialmente, esta misión de prueba debía durar ocho días en la Estación Espacial Internacional (EEI), pero los problemas técnicos han prolongado su estadía a 65 días, creando una situación de emergencia que podría resolverse con la ayuda de Elon Musk y su empresa SpaceX.
La misión de Wilmore y Williams, lanzada en junio a bordo de la Starliner, fue una prueba crucial para el programa de tripulación comercial de la NASA. Sin embargo, problemas en los propulsores y fugas de helio obligaron a la tripulación a abortar el retorno, dejando a los astronautas varados en el espacio. A pesar de los esfuerzos de Boeing y la NASA para solucionar los inconvenientes, las pruebas realizadas no han garantizado un regreso seguro.
Ante esta situación, la NASA está considerando utilizar la cápsula Crew Dragon de SpaceX, que ha demostrado su eficacia en misiones tripuladas a la EEI desde 2020. El plan propone que Wilmore y Williams regresen a la Tierra a bordo de una Crew Dragon que se lanzaría en febrero de 2025 como parte de la misión Crew-9. Esto implicaría reducir la tripulación original para hacer espacio a los astronautas varados.
La decisión aún está bajo evaluación, pero la Crew Dragon se presenta como la opción más segura y viable, dada la incertidumbre y los riesgos asociados con el uso de la Starliner. Si se opta por esta solución, la Starliner regresaría a la Tierra sin tripulación en un vuelo no tripulado programado para septiembre de 2024, permitiendo a Boeing continuar con la evaluación y solución de los problemas técnicos sin poner en riesgo a los astronautas.
Mientras tanto, Wilmore y Williams continúan desempeñando un papel activo en las pruebas y en la toma de decisiones dentro de la EEI. Joe Acaba, jefe de la Oficina de Astronautas del Centro Espacial Johnson, destacó la preparación física y mental de los astronautas para enfrentar esta prolongada misión: “Sabían que era un vuelo de prueba y que se podrían encontrar diferentes escenarios”.
Russ DeLoach, jefe de Seguridad y Garantía de Misión de la NASA, mencionó que aunque es poco probable, la Starliner podría ser utilizada en caso de una emergencia extrema. Sin embargo, esta opción se considera un último recurso debido a la gravedad de los problemas técnicos que enfrenta la nave.
Esta posible colaboración entre SpaceX y la NASA destaca la importancia de las alianzas público-privadas en la exploración espacial y la seguridad de los astronautas. Con Elon Musk y su equipo listos para intervenir, existe esperanza de que Wilmore y Williams regresen a la Tierra de manera segura, cerrando una misión que ha enfrentado desafíos significativos desde su inicio.