Por: Fernando Moctezuma Ojeda – @FerMoctezumaO
Aunque no es nuevo, el desinterés de las y los jóvenes por participar en la vida democrática de nuestro país resulta, cuando menos, alarmante. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional Electoral (INE), en las elecciones de 2021, la participación ciudadana en las elecciones fue de aproximadamente un 52 por ciento.
Si bien esta cifra representó “la mayor participación en una elección intermedia en el país desde hace más de 20 años”, eso significa que el abstencionismo fue superior al 40 por ciento, y en gran medida, fue por parte de las personas de 18 a 39 años de edad.
De hecho, hace unos días la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) compartió un estudio realizado con base en datos del Instituto, en el que enfatizó claramente que “si el abstencionismo fuese un partido político sería el más ganador y arrasaría, ya que en el 87 por ciento de las casillas son más los que no votan que los que sí”, y de éstas cifras, se revela que la votación de los jóvenes de 19 a los 39 años, es el segmento de población que menos participa, junto con los adultos mayores de 85 y más años.
Es crucial abordar los riesgos del abstencionismo en las elecciones en México, ya que ha sido un fenómeno preocupante y persistentemente alto en los últimos años. A medida que se acercan los procesos electorales, es esencial tomar en cuenta los peligros asociados con la apatía política y la renuencia a participar en el acto democrático de votar.
Aunque el abstencionismo a menudo se percibe como una forma de protesta o descontento, su impacto puede socavar los pilares fundamentales de la democracia y afectar el futuro político y social del país.
Por un lado, debemos recordar que uno de los principales riesgos del abstencionismo es el debilitamiento de la representatividad en las instituciones políticas. Cuando un gran número de ciudadanos opta por no votar, se reduce la legitimidad de los resultados electorales y se genera una desconexión entre los gobernantes y la voluntad del pueblo.
Las y los políticos electos podrían tener menos incentivos para rendir cuentas a la ciudadanía, ya que la falta de participación electoral puede interpretarse como un desinterés generalizado en el proceso político, y como resultado, se corre el riesgo de que los intereses de la mayoría no sean adecuadamente representados.
Además, el abstencionismo puede agravar la polarización política al permitir que grupos minoritarios con agendas extremistas o intereses particulares influyan desproporcionadamente en los resultados electorales, o en las decisiones parlamentarias –como cierto ‘plan C’–.
Cuando la participación ciudadana es baja, los votos de aquellos que sí participan tienen un mayor peso y pueden determinar los resultados. Esto puede dar lugar a la elección de candidaturas o partidos que no reflejan el consenso general de la sociedad y, en cambio, promueven divisiones y tensiones. Una participación amplia y diversa en las elecciones ayuda a evitar que agendas extremas dominen la escena política.
Por si fuera poco, el abstencionismo también puede desalentar la mejora política y la participación ciudadana activa. Cuando las y los ciudadanos perciben que su voto no marcará una diferencia significativa o que la clase política no atiende sus necesidades, pueden caer en un ciclo de desinterés y apatía política.
Esta falta de participación debilita los mecanismos de control y contrapeso necesarios para una democracia sana y puede perpetuar la ineficiencia y la corrupción en el sistema político.
Finalmente, cabe mencionar que el abstencionismo masivo puede brindar oportunidades para la manipulación del proceso electoral, pues los grupos de interés con recursos y motivaciones particulares pueden intentar influir en los resultados al movilizar a sus seguidores, mientras que la falta de participación generalizada puede facilitar prácticas fraudulentas.
Además, la baja participación puede dificultar la detección y denuncia de irregularidades electorales, lo que socava aún más la confianza en el sistema democrático y sus instituciones.
De esta manera, debemos darnos cuenta de que la participación de toda la ciudadanía cuenta más de lo que pensamos, y que aunque pueda, o no, gustarnos la política, nuestro deber cívico es, por lo menos, informarnos y tratar de entender lo que sucede con nuestros representantes.
La clase política está ahí para representarnos como ciudadanía, y no al revés. Ahora que concluyeron las campañas para las elecciones del próximo 4 de junio en Coahuila y el Estado de México, debemos considerar como casi una obligación, el convencer a nuestro círculo cercano de atender el llamado y acudir a las urnas para votar, por la opción que mejor consideren, pero votar.
A lo largo de esta semana, en fermoctezuma.news y nuestras redes sociales, comenzaremos una campaña para concientizar acerca de la importancia que tiene la participación de la sociedad civil en estos procesos.
Dijo George Jean Nathan que “los malos gobernantes son elegidos por los buenos ciudadanos que no votan”. Yo: #SóloDigoLoQueVeo.
JUEGO DE CARTAS:
CIERRES: En Toluca, Estado de México, las candidatas Alejandra del Moral Vela, y Delfina Gómez Álavarez (en estricto orden alfabético), celebraron ayer sus respectivos cierres de campaña, donde la primera pronunció un enérgico discurso en el que aseguró que el próximo 4 de junio darán una lección a Morena que jamás olvidará. Frente a líderes políticos de alto nivel, gobernadores, exgobernadores, diputados federales y estatales, presidentes municipales y más de cien mil asistentes, Del Moral Vela resaltó que la elección se ganará con votos y que contra viento y marea obtendrán la gubernatura. La candidata hizo hincapié en que la elección se ganará con el respaldo de los votantes y no con las encuestas, y prometió demostrar a aquellos que subestimaron a la coalición que el Estado de México se respeta. Asimismo, recalcó que la alianza de los cuatro partidos políticos se basa en la justicia social, la construcción de ciudadanía, la democracia progresista, y la educación y oportunidades que brinda Nueva Alianza. Por su parte, Gómez Älvarez apuntó que la transformación ya estaba en el corazón de los mexiquenses desde hace varios años, pero el neoliberalismo seguía en la entidad y su última maniobra fue en el 2017 cuando cometieron un fraude electoral que impidió que el cambio se gestara, pero en el 2018 la brisa de la transformación, la esperanza y sobre todo con dignidad en el país inició «con ya saben quién». La exalcaldesa de Texcoco recordó en su intervención que los habitantes del Estado de México tienen dos opciones el próximo domingo: por un lado, la corrupción de los de siempre, aquellos que destruyeron a la entidad y lo siguen destruyendo y, por otro lado, el cambio, la esperanza que es Morena y la Cuarta Transformación y el proyecto de “ya sabes quien para todos”. Mientras tanto, en Coahuila, (en estricto orden alfabético), el candidato de Morena, Armando Guadiana acudió al municipio de San Carlos para apoyar el cierre de campaña de la aspirante a la diputación local, Paloma De los Santos, quien se suma a la bancada morenista para conformar el Congreso de la entidad, donde Marcelo Ebrard Casaubon también asistió a uno de los últimos eventos del abanderado morenista;
Lénin Pérez, candidato de la coalición del Partido Verde y del partido Único Democrático de Coahuila (UDC), acompañado de los candidatos a la diputación local por el primero y segundo distrito Beto de Luna y Ángel Garza, de su madre Hilda Graciela Rivera y de su esposa Esther Talamás, agradeció a la militancia y a los 16 candidatos de la Coalición UDC-PV por el respaldo solidario a su candidatur, y Recordó lo heredado de su padre Evaristo Pérez Arreola: respeto a los valores, la lucha con resistencia y convicción firme en los ideales; no doblarse ni temer cuando las causas implican justicia y libertad para el pueblo; mientras tanto, el candidato Manolo Jiménez, de la coalición Va por Coahuila, que integran los partido PAN, PRI y PRD, cerró su campaña de la región Piedras Negras, acompañado de los dirigentes estatales de los partidos, además del gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, donde reconoció que su campaña fue una gran experiencia y aseguró estar listo para conservar las cosas buenas que tiene Coahuila, y pidió a los presentes, votar por Guillermo Ruiz, Guillermo Sánchez, Chuma Montemayor y Sergio Zenón, candidatos a diputados locales en la entidad. Finalmente, Ricardo Mejía, candidato por el PT, realizó su cierre de campaña en Saltillo, desde donde aseguró que el pueblo sacará al “moreirato corrupto” el próximo 4 de junio en las urnas. En compañía de los liderazgos locales del PT, Mejía Berdeja encabezó su acto de cierre en la Región Sureste del estado en la Plaza de las Ciudades Hermanas, ubicada en la zona centro de Saltillo, donde reunió a miles de militantes y simpatizantes en la recta final de la campaña, a una semana de la jornada electoral.
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