El Congreso de la Ciudad de México solicitó a la titular general del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Rebeca Olivia Sánchez Sandín, analizar la viabilidad de dar atención especializada a niñas, niños y jóvenes con sobredotación intelectual en la capital del país, como la que se brinda a través del Programa Integral para el Diagnóstico y Atención a la Sobredotación Intelectual (PIDASI).
Ante el pleno, el legislador Ricardo Rubio Torres (PAN) sostuvo que en el país se estima que podría haber un millón de menores con capacidades sobresalientes, pero no todos están identificados debido a la falta de conocimiento sobre el tema y los malos diagnósticos de algunos médicos.
“Los principales conflictos que enfrentan los niños con altas capacidades tienen que ver con incomprensión y con los estándares estrictos en cuestión educativa, como que se piense que un niño tiene que aprender a escribir en la primaria, a los seis o siete años, cuando, con la debida estimulación, los sobredotados pueden hacerlo a los dos o tres años y ya con cuatro estar hablando de planetas, astronomía o incluso, física”, sostuvo el congresista.
Subrayó que entre las consecuencias de los malos diagnósticos a dicho sector están problemas de integración, mal comportamiento, aislamiento, baja autoestima e incluso llegan a ser medicados.
Por lo anterior, recalcó la necesidad de que los niños reciban atención psicológica y ayudarles a sobrepasar el rechazo y comprenderse a sí mismos, ya que son personas hipersensibles emocionalmente.