El parque de diversiones Six Flags México, ubicado en la Ciudad de México, ha generado polémica al anunciar sus planes de talar 151 árboles para instalar una nueva montaña rusa en sus instalaciones. Este proyecto, que busca reemplazar la atracción acuática Aquaman con un «Roller Coaster Tipo A», ha despertado preocupación entre los habitantes de la zona y los defensores del medio ambiente.
Detalles del proyecto
El plan de Six Flags contempla la intervención de un total de 171 árboles:
- 151 serán talados
- 14 serán podados parcialmente
- 6 serán trasplantados
Además, el proyecto afectará 1,249.87 metros cuadrados de áreas verdes, de los cuales 1,160.13 m² sufrirán una afectación permanente.
Impacto ambiental y compensación
La tala de árboles en la Ciudad de México es un tema sensible debido a su impacto en la calidad del aire y el equilibrio ecológico. Estudios previos han señalado que la tala de más de 20,000 árboles en los últimos años ha contribuido al aumento de la contaminación atmosférica en la capital. Para mitigar el impacto de su proyecto, Six Flags México ha propuesto colaborar con el gobierno de la Ciudad de México en la implementación de un Programa de Saneamiento Forestal en el Área Natural Protegida del Bosque de Tlalpan. Sin embargo, esta medida no ha sido suficiente para calmar las preocupaciones de los vecinos y activistas ambientales.
Proceso de autorización y consulta vecinal
La Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) ha aclarado que el proyecto aún no ha sido autorizado. Aunque inicialmente no estaba sujeto a un proceso de consulta vecinal por no ser considerado una «gran construcción», la Sedema ha decidido llevar a cabo una consulta con los habitantes de la alcaldía Tlalpan para informar sobre el impacto de la instalación.
Reacciones y controversia
El anuncio del proyecto ha generado una ola de reacciones en redes sociales, donde los habitantes de Tlalpan y usuarios del área han expresado su preocupación por los impactos que provocará la tala de árboles. Esta situación se da en un contexto donde la Ciudad de México enfrenta desafíos ambientales significativos, incluyendo sequías e inundaciones relacionadas con el cambio climático.
Conclusión
El caso de Six Flags México pone de manifiesto la tensión entre el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente en la Ciudad de México. Mientras la empresa busca renovar sus atracciones para mantener su competitividad, los ciudadanos y autoridades se enfrentan al dilema de cómo equilibrar el crecimiento con la protección de los recursos naturales vitales para la salud de la ciudad y sus habitantes. La decisión final sobre este proyecto podría sentar un precedente importante para futuros desarrollos en áreas verdes de la capital mexicana, en un momento en que la conciencia sobre la importancia de los espacios naturales urbanos está en aumento.