La principal plaza de la nación se lleva más de una tercera parte del espacio por el montaje de una amplia estructura que replica la Capilla Sixtina del Vaticano, lo cual impidió, como en otras ocasiones, usar la totalidad del lugar y manifestarse frente al Palacio Nacional.
Los bloques salieron a las 10:00, hora local, desde el ángel de la Independencia en el Paseo de la Reforma, el Monumento a la Revolución en la barriada Tabacalera, Insurgentes Sur y Norte, la combativa alcaldía de Iztapalapa y numerosos puntos de concentración más en esta ciudad de nueve millones de habitantes.
Las consignas fueron variopintas y de todos los matices, desde las que apoyan al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y su Carta Transformación, hasta los que lo adversan, aunque estas últimas evidentemente minoritarias.
Pulularon las demandas en todos los sentidos en dependencia de las tendencias políticas e ideológicas de cada organización, y fue muy evidente que el movimiento laboral mexicano tiene muchas divisiones y está lejos de una unidad nacional, como expresaron algunos de sus dirigentes en proclamas por los altoparlantes en mano.
Los sindicatos afines al gobierno, que constituyeron la gran mayoría, opacaron las demandas de la derecha apoyada por los partidos de oposición los cuales afincaron sus proclamas en el rechazo a una nueva iniciativa del Ejecutivo de transformar radicalmente el Instituto Nacional electoral y el Tribunal del cual depende.
Trabajadores del sindicato Mexicano de Electricistas (SME) proclamaron su total apoyo a la ley eléctrica vetada por el congreso, y demandaron un regreso a esa iniciativa en el próximo gobierno.
De igual manera, defendieron que las empresas del Estado dominen la distribución y control en las redes eléctricas, y aplaudieron se eliminaran los subsidios a las transnacionales, en especial a las empresas españolas y estadounidenses.
La marcha transcurrió tranquila y con la masividad esperada. El presidente Andrés Manuel López Obrador participó en la fiesta de los trabajadores desde las obras de la nueva refinería de petróleo de Dos Bocas en Tabasco.