Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, tiene programado un viaje este domingo a la frontera con Estados Unidos, un movimiento estratégico que ocurre en un contexto de creciente tensión comercial. La mandataria se desplazará a San Luis Río Colorado, en Sonora, una ciudad limítrofe con Arizona, para iniciar la construcción de un hospital público. Aunque no se ha confirmado si se abordarán temas de migración y seguridad durante su visita, la situación de la frontera se mantiene como un punto clave en la agenda bilateral.
Este viaje tiene lugar justo antes de la entrada en vigor de los aranceles generalizados del 25 por ciento que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha anunciado para el 2 de abril. Estos aranceles afectarán a todos los productos mexicanos, después de que el mandatario de EE. UU. otorgara dos suspensiones a cambio de la promesa de desplegar 10,000 efectivos de la Guardia Nacional en la frontera.
La visita de Sheinbaum, que se da en medio de la tensión comercial, también podría servir como una oportunidad para reafirmar el compromiso de México con la seguridad en la frontera. En las últimas semanas, las autoridades mexicanas han intensificado sus esfuerzos en la lucha contra el crimen organizado, bajo el Operativo Frontera Norte. Según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), desde su inicio el 5 de febrero, se han detenido a 1,809 personas, incautado 1,657 armas de fuego y confiscado cerca de 24,000 kilogramos de drogas, incluyendo 129 kilos de fentanilo.
El viernes próximo, Sheinbaum también recibirá a la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, en una reunión que, según la presidenta mexicana, no estará directamente relacionada con los aranceles. «Es una reunión de coordinación», afirmó Sheinbaum, dejando claro que el objetivo de este encuentro es seguir fortaleciendo la cooperación en temas de seguridad, más allá de los conflictos comerciales.
La visita de Sheinbaum y las reuniones con autoridades estadounidenses ocurren en un momento crucial para la relación bilateral, cuando las decisiones en materia de comercio, migración y seguridad podrían cambiar el curso de las dinámicas entre los dos países vecinos.