Por Juan Pablo Ojeda
En medio de la creciente controversia provocada por el reciente paro nacional de jueces y magistrados, la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha ofrecido su perspectiva sobre la movilización y la reforma al Poder Judicial propuesta por el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
En una conferencia de prensa celebrada este miércoles, Sheinbaum abordó directamente el motivo de la protesta que ha paralizado temporalmente las labores del Poder Judicial. “Más allá de lo jurídico, ¿qué están defendiendo?”, cuestionó la mandataria electa, refiriéndose a la postura de los jueces y magistrados que han decidido suspender sus actividades en protesta por la reforma.
La controversia se centra en la propuesta del presidente López Obrador, que busca una reforma estructural del Poder Judicial, incluyendo la elección popular de jueces y magistrados. Esta reforma pretende hacer el sistema judicial más ágil y eficiente, alineándose con los cambios sociales y culturales de los últimos años.
Sheinbaum, quien asumirá la presidencia en diciembre, destacó que los jueces, quienes actualmente reciben un salario mensual superior a los 150 mil pesos, están en paro mientras continúan cobrando sus sueldos. “Es importante que el pueblo de México sepa que cuando un trabajador asalariado se va a paro o huelga, no cobra salarios. Después, cuando se levanta la huelga, se negocia el pago de salarios caídos, pero aquí ellos están yendo a paro cobrando su sueldo”, señaló.
La mandataria electa subrayó que, aunque respeta el derecho a la protesta, considera que los jueces y magistrados no deberían recurrir al paro. Sheinbaum cuestionó la legitimidad de la movilización en función de los ingresos que perciben estos servidores públicos, planteando que la protesta no justifica la suspensión de sus funciones.
Este paro se enmarca en un contexto de reformas más amplias que buscan transformar el sistema judicial mexicano. Según datos del gobierno, la reforma pretende una renovación estructural para mejorar la justicia en México, adaptándose a los cambios sociales y culturales recientes. Los jueces y magistrados, sin embargo, han respondido con una movilización significativa frente a la Cámara de Diputados, buscando frenar las propuestas que consideran perjudiciales para la independencia y la estabilidad del Poder Judicial.
El nuevo director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Martí Batres, anunciado por Sheinbaum, también se encuentra en el centro de la política nacional, añadiendo una capa adicional de interés en los cambios políticos y administrativos que se avecinan con la nueva administración.
Con el panorama de reformas y movilizaciones, la relación entre el próximo gobierno y el Poder Judicial será clave para determinar el rumbo de la justicia en México en los próximos años.