Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró su solicitud al Gobierno de Estados Unidos para que brinde una explicación sobre la detención del narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada, ocurrida hace casi seis meses, ya que considera que este evento fue el principal detonante de la ola de violencia que actualmente azota al estado de Sinaloa.
Durante su conferencia matutina este lunes, Sheinbaum Pardo se refirió al contexto que llevó a la “marcha por la paz” en Sinaloa, realizada el domingo 26 de enero, en la que miles de ciudadanos salieron a las calles para expresar su malestar por la creciente inseguridad en la región. Ante la pregunta sobre la marcha, la presidenta aseguró que el gobierno federal se encuentra trabajando de manera coordinada con la Fiscalía General de la República (FGR) y que, como parte de su estrategia de seguridad, se están atendiendo las causas que originan la violencia.
“Estamos trabajando todos los días en Sinaloa. Lamentamos la situación que están viviendo, pero no solo es preocupación, es ocupación permanente. Llegaron más refuerzos a Sinaloa y estamos trabajando para construir la paz, garantizando la atención a las causas de la violencia y manteniendo la vigilancia constante para evitar la impunidad”, aseguró la mandataria.
Sheinbaum también destacó la importancia de recordar las razones detrás de esta crisis de violencia y, aunque no mencionó directamente el nombre de El Mayo Zambada, indicó que en su momento insistirá al gobierno estadounidense sobre los detalles de la detención del líder del Cártel de Sinaloa. “Cuando haya la posibilidad de que el gobierno del presidente Trump se asiente bien y haya una relación más fluida, vamos a seguir insistiendo en que nos den una explicación sobre cómo se dio esta detención, que es el origen de esta ola de violencia”, afirmó.
La captura de Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el 25 de julio del año pasado en Estados Unidos, desató un conflicto armado entre facciones del Cártel de Sinaloa. Este enfrentamiento involucra a Los Chapitos, los hijos de El Chapo, y La Mayiza, una facción vinculada a uno de los hijos de El Mayo Zambada.
Desde entonces, Sinaloa ha sido escenario de una violencia imparable que ha dejado más de 500 homicidios y numerosas desapariciones. La reciente “marcha por la paz” fue convocada tras el asesinato de los hermanos Gael y Alexander, de 12 y 9 años, quienes fueron víctimas de un ataque armado el 19 de enero en el municipio de Culiacán, junto a su padre.
El crimen de los niños desató indignación y movilizaciones ciudadanas, exigiendo justicia. La marcha del 26 de enero culminó con una protesta en la que algunos manifestantes pidieron la salida del gobernador Rubén Rocha Moya, e incluso se quemó una piñata con su imagen como acto simbólico de rechazo por la situación de inseguridad que afecta a la población.
En este contexto, la mandataria mexicana dejó claro que el Gobierno Federal continúa firme en su estrategia de seguridad, al tiempo que seguirá presionando para obtener respuestas sobre las causas internacionales que están influyendo en el conflicto violento que afecta a México, particularmente en Sinaloa.