Por Juan Pablo Ojeda
En su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció que México ha detenido a varios ciudadanos estadounidenses implicados en delitos de crimen organizado, algunos de los cuales cuentan con órdenes de extradición. La mandataria abordó el tema tras ser cuestionada sobre los recientes arrestos de personas originarias de Estados Unidos en territorio mexicano.
Uno de los casos destacados fue el de Sotero “N”, alias ‘Soty’, un ciudadano estadounidense de 52 años detenido en Zihuatanejo, Guerrero, por su presunta vinculación con el tráfico de drogas y armas. La detención de este hombre, quien había escapado de una prisión federal en Texas, fue confirmada por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch. El Gobierno de Estados Unidos había solicitado su extradición, debido a que Soty contaba con una orden vigente tras su fuga.
Durante su intervención, Sheinbaum destacó la importancia de la coordinación y colaboración entre México y Estados Unidos para enfrentar el crimen organizado, aludiendo a la interconexión de las actividades ilícitas, como el tráfico de drogas y armas, que ocurren en ambos países. “Este tipo de actos no sólo ocurren en México, también hay delincuencia organizada en Estados Unidos”, expresó la presidenta, subrayando que la lucha contra el crimen organizado debe ser conjunta.
La mandataria también cuestionó la distribución de drogas dentro de Estados Unidos, especialmente el fentanilo, un opioide sintético que ha causado una grave crisis de salud pública en ese país. “No se trata solo de que la droga pase de México a Estados Unidos, sino de quién distribuye esa droga dentro de su territorio y alimenta el consumo lamentable, particularmente del fentanilo”, agregó Sheinbaum.
Cifras del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), publicadas por Animal Político, revelaron que entre 1991 y 2023, 6,645 personas extranjeras fueron procesadas judicialmente en México por delitos de crimen organizado. De ese total, 3,600 eran ciudadanos estadounidenses, y mil 315 fueron procesados por delitos relacionados con la salud y posesión de armas de fuego, con mil 683 recibiendo una sentencia condenatoria.
Este panorama pone en evidencia la complejidad del problema del crimen organizado transnacional y la necesidad urgente de fortalecer los lazos de cooperación entre México y Estados Unidos para hacer frente a estas amenazas, que afectan a ambos países de manera directa.