Por Juan Pablo Ojeda
En una clara postura ante las propuestas de diálogo con el narcotráfico, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dejó un mensaje contundente en su conferencia matutina en Palacio Nacional: «No, nosotros no vamos a negociar con delincuentes». La mandataria respondió así a la sugerencia del diputado federal Manuel Espino, quien abogó por establecer un diálogo directo entre el gobierno y grupos del narcotráfico.
Sheinbaum enfatizó que su administración se enfocará en «construir paz, atendiendo las causas y con cero impunidad». Este enfoque refleja la postura de su gobierno de no ceder ante la criminalidad, un tema sensible que ha dominado la agenda política y social en el país.
La propuesta de Espino, perteneciente a la bancada de Morena, consiste en la creación de una comisión especial para facilitar el diálogo. En una entrevista para El Universal, el legislador aclaró que su idea no representa un «pacto con delincuentes». Según él, el objetivo no es perdonar delitos, sino «abrirles puertas de escape de la vida criminal».
Espino mencionó que su propuesta cuenta con el respaldo de 70 diputados morenistas y busca establecer un punto de acuerdo que permita una discusión más amplia sobre la problemática del narcotráfico en el país. Sin embargo, la respuesta firme de Sheinbaum resalta la tensión entre las diferentes visiones dentro del mismo partido.
La insistencia de la presidenta en no negociar con el crimen organizado sugiere que el gobierno seguirá su curso de acción basado en la ley y la justicia, priorizando la seguridad y el bienestar de los ciudadanos por encima de cualquier negociación.
Este debate sobre la estrategia a seguir en la lucha contra el narcotráfico continúa generando reacciones diversas en la sociedad mexicana. Mientras algunos apoyan la idea de un diálogo para buscar soluciones, otros temen que cualquier tipo de negociación pueda resultar en una legitimación de la violencia y la impunidad.
El camino hacia la paz en México es complejo y lleno de desafíos. La postura de la presidenta Sheinbaum y la propuesta de Espino son solo algunos de los elementos en este complicado rompecabezas que necesita ser resuelto con urgencia y responsabilidad.