Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se pronunció sobre la intención de Rosario Ibarra, actual titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de buscar la reelección al frente del organismo. A pesar de las críticas que han surgido por parte de organizaciones civiles y actores políticos en torno a su gestión, Sheinbaum optó por no tomar un posicionamiento definitivo, resaltando que la decisión final recaerá en el Senado.
Durante la conferencia matutina de este miércoles, Sheinbaum subrayó la relevancia simbólica de Ibarra al ser la hija de Rosario Ibarra de Piedra, una emblemática madre buscadora de desaparecidos durante los gobiernos del PRI. “Rosario es un símbolo por ser hija de doña Rosario Ibarra de Piedra, y tiene todo nuestro reconocimiento y respeto. Sin embargo, la decisión sobre quién dirigirá la CNDH le corresponde al Senado de la República”, declaró.
La mandataria recordó una experiencia personal que vivió en su juventud relacionada con la lucha por los derechos humanos. A sus 15 años, mientras estudiaba en el CCH, se unió a un grupo de estudiantes que apoyaba a las madres buscadoras que realizaban una huelga de hambre en el Zócalo capitalino, exigiendo información sobre los desaparecidos políticos del régimen de López Portillo. “Las madres estaban allí como una resistencia civil pacífica, y nosotros organizamos para acompañarlas”, narró Sheinbaum, evocando el impacto de esa vivencia en su vida.
El reconocimiento que hace Sheinbaum a Ibarra refleja no solo la historia de lucha por la justicia en México, sino también un contexto más amplio sobre los derechos humanos en el país. La presidenta enfatizó que la próxima convocatoria para la reelección de Ibarra dependerá del Senado, que abrirá el proceso y tendrá la responsabilidad de decidir sobre el futuro de la CNDH.