Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, se manifestó este miércoles en contra de romper relaciones diplomáticas con España tras la controversia generada por la no invitación del rey Felipe VI a su toma de posesión. Sin embargo, enfatizó la necesidad de que Madrid muestre “respeto” hacia las autoridades mexicanas.
Al ser interrogada sobre si México planea romper vínculos diplomáticos, Sheinbaum respondió con firmeza: “No, ¿Cómo creen? Pero necesitamos respeto, eso es todo”. Estas declaraciones surgen luego de que la presidenta electa publicara un comunicado en sus redes sociales, donde justificó su decisión de no invitar al monarca a la ceremonia.
Durante la inauguración de un museo en Ciudad de México, donde también estuvo presente el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, Sheinbaum destacó que “el perdón engrandece a los pueblos, no los avergüenza”. En su discurso, señaló que la negativa de la Corona española a ofrecer una disculpa, así como la falta de respuesta a la carta enviada por López Obrador en 2019, constituyen un “agravio” no solo al presidente, sino al pueblo mexicano.
La polémica se intensificó el martes cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores español calificó de “inaceptable” la exclusión del rey Felipe VI y anunció que el Gobierno español no participaría en la toma de posesión de Sheinbaum “a ningún nivel”, lo que implica la ausencia de representación oficial.
Sheinbaum aclaró que había invitado al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pero no al rey, argumentando que la falta de respuesta a la solicitud de disculpa pública por parte de España por el pasado colonial es la razón detrás de su decisión.
López Obrador, en su habitual conferencia de prensa, expresó su apoyo a Sheinbaum y reiteró sus críticas hacia la “prepotencia” española, insistiendo en la necesidad de que España ofrezca una disculpa por su historia colonial.
La situación actual refleja un momento delicado en las relaciones entre México y España, donde las expectativas de respeto mutuo y reconocimiento histórico están en el centro del debate diplomático.