Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se pronunció en contra de la reciente guerra de aranceles iniciada por el Gobierno de Estados Unidos, dejando claro que ningún país sale beneficiado con estas medidas. En su conferencia matutina de este miércoles en Palacio Nacional, Sheinbaum explicó que el objetivo de Estados Unidos al imponer estos gravámenes es reducir su dependencia de las importaciones y fomentar la producción interna. Sin embargo, subrayó que los efectos negativos de estos aranceles afectan a ambos países.
“Nadie, nadie gana con esta guerra de aranceles”, declaró Sheinbaum, destacando que la imposición de aranceles a productos como el acero y el aluminio solo perjudica las relaciones comerciales entre los países y no resuelve los problemas estructurales del comercio internacional. En este contexto, la mandataria resaltó que los estudios económicos muestran que cuando una empresa estadounidense invierte en México, se generan beneficios tanto para México como para Estados Unidos, ya que se produce una mayor integración productiva entre ambos países. “Una parte se fabrica en México, otra en EE.UU., lo que incrementa la productividad en ambos países”, puntualizó.
El Tratado Comercial como Pilar de la Relación Bilateral
Sheinbaum también afirmó que lo que conviene a México es mantener una relación comercial estrecha con Estados Unidos bajo el marco del tratado comercial, sugiriendo que si bien es necesario revisar ciertos aspectos del acuerdo, el objetivo debería ser competir como una región unificada de América del Norte. “Lo que nos conviene es seguir con el tratado comercial, revisar lo que se tenga que revisar, pero competir como región de América del Norte frente al resto del mundo”, indicó, destacando la importancia de la cooperación productiva en la región.
Reacciones Internacionales a los Aranceles de Trump
El conflicto por los aranceles comenzó cuando el gobierno de Donald Trump impuso un gravamen del 25% sobre todo el acero y aluminio exportado a los Estados Unidos, afectando principalmente a países como Brasil, México, Corea del Sur y Vietnam en el caso del acero, y a Emiratos Árabes Unidos, Rusia y China en el aluminio. Aunque México aún no ha anunciado medidas recíprocas, el gobierno mexicano mantiene su postura de diálogo y negociación.
La imposición de estos aranceles también ha tenido un impacto significativo en Canadá, un proveedor clave de estos metales, que en las últimas semanas ha visto tensiones adicionales debido al aumento en los precios de la energía en la provincia de Ontario. Por su parte, la Unión Europea también ha reaccionado con su propio paquete de aranceles, el cual afectará las importaciones de productos estadounidenses por un valor de hasta 28,165 millones de dólares.
Desafíos para la Economía Global
Sheinbaum dejó claro que la guerra comercial no solo perjudica a México y Estados Unidos, sino que tiene implicaciones globales. La mandataria mexicana hizo hincapié en que los gobiernos deben priorizar la cooperación y el entendimiento mutuo para evitar que los aranceles se conviertan en una carga económica para los ciudadanos de ambos países.