Por Juan Pablo Ojeda
El gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, ha lanzado fuertes declaraciones sobre el aumento de la violencia en su estado, apuntando a un posible pacto entre sus antecesores y la delincuencia organizada. May no nombró directamente a Adán Augusto López Hernández, actual coordinador de Morena en el Senado, pero sus palabras generaron una rápida reacción. El gobernador señaló a un exfuncionario de seguridad, Hernán Bermúdez Requena, como líder de un grupo criminal vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), conocido como «La Barredora», uno de los principales responsables de la violencia en la región.
Estas declaraciones se hicieron en un momento crítico, justo cuando el estado enfrenta una escalada de delitos, lo que llevó a que el presidente López Obrador y la propia Claudia Sheinbaum reaccionaran públicamente a los señalamientos. Durante la conferencia matutina del 11 de diciembre, la presidenta Sheinbaum descartó que Adán Augusto haya pactado con la delincuencia organizada en su tiempo como gobernador de Tabasco. “No tengo información de que Adán Augusto haya hecho un acuerdo con la delincuencia, ni lo creo tampoco”, afirmó con firmeza.
Sin embargo, Sheinbaum reconoció que, bajo el gobierno de su sucesor, Carlos Merino Campos, hubo un repunte en los delitos, lo que motivó la remoción del secretario de Seguridad. Según la mandataria, las investigaciones apuntaban a posibles vínculos de este funcionario con el crimen organizado, y por ello se tomó la decisión de separarlo del cargo. «Si las investigaciones llegaran a algún servidor público, se procederá», aseguró.
La seguridad en Tabasco ha sido un tema central en los últimos meses. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) de 2023, más del 60% de los tabasqueños considera que la inseguridad es el principal problema que enfrenta la entidad. A pesar de ello, Sheinbaum destacó la cooperación entre las autoridades federales y estatales para combatir la delincuencia. En particular, destacó la presencia de un general retirado como nuevo secretario de Seguridad en Tabasco, quien trabaja en conjunto con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), encabezada por Omar García Harfuch.
En este contexto, la violencia en Tabasco ha cobrado notoriedad por una serie de masacres atribuidas al grupo criminal «La Barredora», que, según las autoridades, está involucrado en una lucha por el control del territorio. La Fiscalía General del Estado de Tabasco ha confirmado que este grupo delictivo, aunque aparentemente distanciado del CJNG, continúa operando con fuerza en la región.
Las acusaciones sobre la complicidad de autoridades anteriores con el crimen organizado no son nuevas. En 2022, la revista Proceso publicó un reportaje donde se vinculaba a Adán Augusto con la entrega de la Secretaría de Seguridad a individuos relacionados con el CJNG, lo que supuestamente permitió que este grupo operara con el respaldo de autoridades estatales. En ese momento, el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió a su secretario de Gobernación, calificándolo como un hombre honesto y leal al pueblo de México, acusando a los medios de comunicación “conservadores” de atacar a su gobierno.
En medio de este clima de tensión, la violencia sigue siendo un desafío importante para Tabasco, y la discusión sobre los pactos entre autoridades y criminales continúa siendo un tema de gran debate. Las autoridades federales y locales han asegurado que están trabajando de manera conjunta para devolver la paz a la entidad, pero la sombra de las acusaciones sobre corrupción y vínculos con el crimen organizado siguen presentes.