Acapulco a 3 de octubre, 2024.- Tras el devastador paso del huracán «John» en Acapulco, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha señalado como prioridad el abastecimiento de agua potable y la reparación urgente de caminos en las zonas afectadas. El fenómeno dejó un saldo de al menos 15 personas fallecidas, 15,000 hogares dañados y graves afectaciones en la infraestructura del puerto, incluyendo deslaves e inundaciones.
Sheinbaum, quien asumió la presidencia el 1 de octubre, realizó su primer viaje oficial a Acapulco para evaluar los daños y coordinar las acciones inmediatas de recuperación junto a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado. En su visita, Sheinbaum dio instrucciones directas a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que trabajen en conjunto para restablecer los servicios básicos y la conectividad en la región.
“Mañana tendremos otra reunión para evaluar las afectaciones en todos los municipios de Guerrero y delinear el Plan de Apoyos,” afirmó Sheinbaum en conferencia de prensa.
El huracán «John» impactó severamente el estado de Guerrero con lluvias torrenciales que duraron más de 90 horas. A pesar de que la tormenta se degradó el 24 de septiembre, las afectaciones continuaron, obligando a la evacuación de unas 5,000 personas y dejando al estado en una situación crítica que requerirá una inversión estimada de 50,000 millones de pesos para su recuperación.
Sheinbaum también alertó a la población sobre la depresión tropical Once-E que se espera toque tierra en las próximas 24 horas, y llamó a los habitantes de Guerrero y Oaxaca a alejarse de los cauces de los ríos, buscar refugios en lugares seguros y seguir las instrucciones de las autoridades.
La presidenta destacó los esfuerzos de las fuerzas armadas, que han desplegado más de 12,000 elementos para labores de rescate, entrega de ayuda humanitaria y limpieza de vialidades. Además, la Secretaría de Marina y la Sedena han proporcionado plantas potabilizadoras, pipas de agua y cocinas móviles para asistir a la población en las zonas más afectadas.
La recuperación de Acapulco será un proceso arduo, pero con el compromiso del gobierno federal y el apoyo de las autoridades locales, la esperanza es restablecer la normalidad lo antes posible. Los esfuerzos continuarán con el censo de personas damnificadas y la implementación de medidas para asegurar que los servicios básicos regresen a las comunidades más vulnerables.