Por Juan Pablo Ojeda
Durante su conferencia mañanera desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum mandó un mensaje directo y sin rodeos al Fondo Monetario Internacional (FMI): México no está en recesión y tiene un plan para salir adelante. Esto en respuesta a que el organismo internacional recortó la previsión de crecimiento económico del país y alertó sobre una posible recesión para 2025.
Con tono firme, Sheinbaum dijo que no comparte el diagnóstico del FMI. “No conocemos con base en qué lo hacen”, declaró. Según la presidenta, el gobierno tiene sus propios modelos económicos —los de la Secretaría de Hacienda— que muestran un panorama diferente, mucho más optimista.
La clave, dijo, está en el Plan México, una estrategia económica que incluye medidas para activar sectores clave como la manufactura y la industria automotriz, en momentos muy específicos. Por ejemplo, el 5 de mayo se lanzará un programa especial para fortalecer la manufactura, y el 16 de mayo otro enfocado en la industria automotriz. Todo esto como parte de una visión distinta a la del FMI: “Ellos no creen que el gobierno pueda hacer algo para cambiar una situación, nosotros sí”, explicó.
Uno de los puntos más importantes del plan es la nueva Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos y Corrupción, con la que se espera hacer más ágiles los procesos gubernamentales para que las inversiones y proyectos no se estanquen.
Pero, ¿por qué tanta diferencia entre lo que dice México y lo que ve el FMI? Según el Fondo, el panorama internacional es muy incierto, sobre todo por las políticas del expresidente de EE.UU., Donald Trump, quien volvió a imponer aranceles del 25% a productos mexicanos que no cumplan con el T-MEC. Eso afecta directamente a sectores como el aluminio, el acero y los vehículos ligeros, claves para la economía nacional.
El FMI también publicó un análisis más amplio del panorama económico en América Latina. Brasil y Argentina tienen mejores proyecciones de crecimiento que México. Argentina, por ejemplo, podría mantener su crecimiento y bajar su inflación hasta el 14% el próximo año. En contraste, México, el Caribe y Venezuela aparecen entre las regiones más golpeadas.
A pesar del panorama adverso desde fuera, Sheinbaum se muestra confiada en la capacidad del país para resistir y crecer desde dentro, con políticas públicas centradas en el desarrollo industrial, la inversión estratégica y la simplificación gubernamental.
La presidenta concluyó su mensaje reafirmando que “la economía mexicana está en buenas manos” y que no se dejarán llevar por escenarios catastrofistas, sino que seguirán trabajando para que el país crezca de forma sostenida.