Por Bruno Cortés
En un movimiento estratégico para enfrentar la problemática del consumo de drogas en México, la Presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado el lanzamiento de una nueva campaña gubernamental enfocada en la prevención y el combate al fentanilo y otras sustancias. Con una mezcla de optimismo y determinación, la mandataria asegura que México no ha enfrentado la crisis de consumo de fentanilo como lo ha hecho Estados Unidos, pero la prevención es clave para mantenerlo así.
La presidenta, en su conferencia matutina, compartió que la campaña se presentará oficialmente el 7 de enero de 2025, y no sólo se limitará a anuncios en televisión, sino que también se fortalecerá en el ámbito educativo, con especial énfasis en secundarias y escuelas de educación media superior. La idea es educar y concienciar a la juventud, quienes son el futuro del país, sobre los peligros de las drogas.
La estrategia incluye la difusión de una miniserie educativa que se emitirá en «La Mañanera», la conferencia diaria de prensa de Sheinbaum, y se expandirá a los canales públicos. Esta serie narrará el origen del fentanilo, su propagación y la devastación que ha causado en otras naciones, particularmente en Estados Unidos. La intención es mostrar de manera vívida y comprensible los riesgos asociados al consumo de esta sustancia letal.
En su discurso, Sheinbaum hizo referencia a su conversación con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien mostró interés en la campaña mexicana contra el fentanilo. La presidenta reveló que Trump, tras conocer los esfuerzos de México, decidió replicar una campaña similar en su país, lo que subraya la importancia internacional de esta iniciativa.
La campaña no sólo busca prevenir el consumo sino también educar a las familias sobre cómo apoyar a sus hijos en la toma de decisiones saludables. Se reeditaron folletos informativos y se planifican talleres y charlas en las comunidades, buscando un enfoque comunitario y participativo en la lucha contra las drogas. La presidenta subrayó la importancia de la salud integral, incluyendo no solo la prevención del consumo de drogas, sino también la promoción de una vida saludable en términos de alimentación y ejercicio.
Además, Sheinbaum ha mencionado la colaboración con agencias internacionales y la cooperación intersecretarial para no solo detener la entrada de drogas, sino también para desmantelar las redes de tráfico. Este enfoque de seguridad refleja un cambio en la política de «abrazos, no balazos» hacia una más proactiva y colaborativa, sin dejar de lado los programas sociales que abordan las causas raíz de la violencia y el consumo de drogas.
Con esta campaña, Sheinbaum no sólo pretende aumentar la conciencia pública sobre el peligro de las drogas sino también demostrar que México está tomando acciones preventivas y educativas antes de que la crisis de fentanilo alcance niveles catastróficos como en Estados Unidos. Es una apuesta por la prevención, la educación y la cooperación internacional, con la esperanza de que México pueda seguir siendo un ejemplo de manejo prudente de este flagelo.
Este anuncio ha generado una ola de comentarios en las redes sociales, donde muchos esperan que esta iniciativa marque un antes y un después en la política de drogas en el país. La campaña de Sheinbaum, con su enfoque humanista y preventivo, podría ser el primer paso hacia una sociedad más informada y menos vulnerable a las adicciones.