Por Juan Pablo Ojeda
Después de que los embajadores de Estados Unidos y Canadá en México expresaran sus reservas sobre la reforma al Poder Judicial, la presidenta electa Claudia Sheinbaum ha decidido responder con datos contundentes. La reforma, que propone la elección de ministros, jueces y magistrados a través del voto popular, ha generado un intenso debate tanto a nivel nacional como internacional.
Sheinbaum, a través de sus redes sociales, subrayó que en 43 de los 50 estados de Estados Unidos, los jueces se eligen mediante voto popular. Sin embargo, aclaró que esto aplica solo a jueces locales, ya que los jueces federales en EE.UU. no son elegidos de esta manera. Su objetivo al presentar estos datos es mostrar que la elección de jueces por parte de la ciudadanía no es una práctica extraña y puede funcionar bien en otras democracias.
La preocupación del embajador estadounidense Ken Salazar ha sido significativa. Salazar advirtió que la reforma podría tener efectos negativos en la democracia y en la confianza de los inversionistas, lo cual es crucial para las negociaciones del T-MEC que se prevén para 2026. También expresó su inquietud de que la reforma podría permitir que el narcotráfico influya en jueces menos experimentados o motivados políticamente, lo que podría deteriorar aún más la situación de seguridad y justicia en México.
Sheinbaum no es ajena a la polémica; esta es la segunda vez en la semana que responde a críticas internacionales. Anteriormente, también salió al paso contra las calificaciones negativas de las agencias financieras Morgan Stanley y Fitch Ratings, que habían rebajado la calificación de inversión en México. Sheinbaum desestimó las críticas, asegurando que estas calificadoras estaban “mal informadas”.
La presidenta electa insiste en que la reforma al Poder Judicial está diseñada para fortalecer el sistema de justicia en México. Según ella, la reforma busca erradicar la corrupción y asegurar que la justicia sea verdaderamente accesible tanto para los ricos como para los pobres. Con esta reforma, se pretende que el sistema judicial sea más transparente y representativo, alineado con las necesidades y demandas de la ciudadanía.
En resumen, el debate sobre la reforma al Poder Judicial en México no solo está en el centro de la política nacional, sino que también ha captado la atención y las preocupaciones internacionales. La postura de Sheinbaum y su defensa de la propuesta reflejan un esfuerzo por modernizar y democratizar el sistema judicial, aunque no sin enfrentarse a un panorama lleno de desafíos y opiniones divididas.