Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta Claudia Sheinbaum puso el punto sobre las íes y zanjó la polémica: la nueva iniciativa para reformar la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión no es censura, es una actualización legal para que el país tenga reglas claras sobre lo que sucede en el ecosistema digital. Así lo dejó claro esta mañana en su conferencia desde Palacio Nacional, donde defendió que su gobierno “siempre ha estado en contra de la censura”.
La iniciativa, enviada al Senado de la República, ha generado ruido en redes sociales y algunos medios de comunicación por una parte que otorga nuevas facultades a la recién creada Agencia de Transformación Digital. El punto más delicado —y el más comentado— es el que permite a esta agencia avisar a plataformas digitales cuando incurren en violaciones a otras leyes (como seguridad, evasión fiscal, o uso indebido del espectro digital), para que puedan ser sancionadas o incluso dadas de baja. Pero Sheinbaum aclaró: “No tiene nada que ver con el contenido. Jamás sería nuestra intención censurar”.
La mandataria explicó que la iniciativa busca mejorar el marco normativo en un mundo cada vez más conectado, y aclaró que si hay necesidad de precisar el lenguaje legal para evitar malas interpretaciones, se hará. “Hay una redacción ahí que tiene que ver con plataformas digitales… en todo caso hay que corregir la propia redacción”, reconoció, con apertura al diálogo legislativo.
La reforma también incluye un candado a la propaganda extranjera: propone prohibir cualquier tipo de publicidad política, ideológica o comercial de gobiernos o entidades internacionales en medios mexicanos, salvo la turística o cultural. Este punto ha sido respaldado por varios legisladores, como una forma de preservar la soberanía informativa del país.
El documento ya está en manos del Senado, específicamente en comisiones unidas de Radio, Televisión y Cinematografía; Comunicaciones y Transportes; y Estudios Legislativos. La iniciativa busca dotar a la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones de herramientas suficientes para garantizar el cumplimiento de lo que marcan los artículos 6° y 7° de la Constitución: acceso a la información y libertad de expresión.
Sheinbaum también aprovechó para recordar que en México hay plena libertad de prensa y de crítica, aunque, dijo, “hay personas que sencillamente no nos quieren y cualquier cosa que hagamos va a ser criticada”. Por eso insistió en la importancia de abrir el debate público y garantizar siempre el derecho de réplica.
En medio del avance tecnológico, el gobierno mexicano busca poner orden en el terreno digital. ¿Regulación o censura? El tiempo, el Senado y la aplicación práctica de esta ley dirán si el equilibrio entre libertad y legalidad logra mantenerse. Por ahora, la presidenta ya dejó claro de qué lado dice estar.