CDMX a 2 de febrero, 2025.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha criticado duramente los aranceles del 25% impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a los productos mexicanos. En un video publicado este domingo, Sheinbaum calificó de irresponsable la afirmación de la Casa Blanca sobre los presuntos vínculos del gobierno mexicano con los cárteles y subrayó que los aranceles no resolverán el problema del fentanilo.
Sheinbaum insistió en que no desea confrontación con el gobierno norteamericano, pero destacó que la mejor manera de combatir la epidemia de fentanilo es a través de un trabajo conjunto y no con aranceles. Propuso seguir con el diálogo con “cooperación, pero sin subordinación”, citando a Benito Juárez: “Nada por la fuerza; todo por la razón y el derecho. Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
La presidenta mexicana recordó que el actual Tratado de Libre Comercio fue negociado por el mismo Trump con Andrés Manuel López Obrador. La imposición de estos aranceles representa un desafío significativo para el comercio entre México, Canadá y Estados Unidos, que ha estado regulado por un tratado comercial desde hace treinta años.
Las tarifas del 25% a las mercancías mexicanas y canadienses, junto con las del 10% a los productos chinos, podrían alterar profundamente las dinámicas económicas de la región. Además, la exclusión del petróleo canadiense de las tarifas más altas sugiere un trato diferenciado que podría generar tensiones adicionales.
El gobierno de Trump ha justificado estas medidas como una forma de presionar a México y Canadá para que refuercen el control en sus fronteras y reduzcan el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Sin embargo, estas acciones también podrían tener repercusiones negativas para las empresas estadounidenses que operan en México, así como para los consumidores en ambos lados de la frontera, quienes podrían enfrentar precios más altos como resultado de los aranceles.
La situación actual pone en riesgo no solo el comercio entre México y Estados Unidos, sino también la estabilidad de las relaciones bilaterales. Mientras el gobierno mexicano busca una solución a través del diálogo y la implementación de medidas estratégicas, la falta de detalles sobre el “plan B” genera incertidumbre sobre cómo se desarrollará esta disputa en los próximos días.