Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, afirmó con firmeza que ningún mexicano será deportado a la base naval de Estados Unidos ubicada en Guantánamo, Cuba, en respuesta a los recientes rumores sobre el destino de migrantes con antecedentes penales o sin documentos. Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum explicó que el gobierno mexicano tomó acción inmediata tras conocer la decisión de la administración de Donald Trump de habilitar dicho centro de internamiento en Guantánamo para migrantes.
“En cuanto el Gobierno de Trump informó que iba a llevar a personas que no solo no tienen documentos, sino que consideraban que habían tenido algún delito, a Guantánamo, nosotros enviamos una nota diplomática el mismo día, a través del canciller Juan Ramón de la Fuente”, señaló la mandataria. La presidenta destacó que, aunque las notas diplomáticas generalmente son privadas, era importante compartir este hecho con la ciudadanía para asegurar que ningún mexicano sería trasladado a Guantánamo.
De acuerdo con Sheinbaum, la respuesta del gobierno estadounidense fue clara: cualquier persona que fuera deportada o repatriada desde Estados Unidos llegaría directamente a México, tal como había solicitado el gobierno mexicano en su nota diplomática. “Tenemos la certeza de que cualquier persona que sea deportada a México, de acuerdo con el Gobierno de EE.UU., llegará siempre a México”, puntualizó.
La controversia comenzó poco después de que Trump ordenara al Pentágono ampliar la capacidad de la base de Guantánamo, con el objetivo de albergar hasta 30,000 migrantes. Estados Unidos había informado que este centro estaba destinado para aquellos migrantes con antecedentes penales o vinculados a grupos criminales como el Tren de Aragua.
Sin embargo, la operación para trasladar a los migrantes hacia la base fue llevada a cabo en un contexto de secretismo, sin que se revelara información sobre las identidades de los detenidos ni los cargos que se les imputaban. Esta situación generó controversia y llevó a un tribunal federal de Estados Unidos a escuchar una demanda que busca frenar estos traslados, argumentando que la ley prohíbe tanto la detención en Guantánamo como los traslados arbitrarios de migrantes.
Por su parte, el gobierno mexicano dejó claro que no permitirá que sus ciudadanos sean enviados a dicho centro de internamiento, asegurando que todo migrante mexicano repatriado desde Estados Unidos será devuelto al país de manera directa, sin ser detenido o transferido a otra ubicación.