Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, acusó a algunos opositores políticos de estar «muy enojados» debido a que el gobierno de Estados Unidos no impuso aranceles adicionales a México, como lo había hecho con otras economías globales. En su conferencia matutina de Palacio Nacional, Sheinbaum expresó que ciertos sectores de la oposición no están interesados en el bienestar del país, sino en que el gobierno actual fracase y que se derrumbe el modelo de la Cuarta Transformación.
Aunque sin dar nombres, Sheinbaum detalló que estos opositores estaban molestos porque el gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, no impuso aranceles recíprocos a México. La mandataria señaló que lo que realmente querían estos opositores era que se demostrara que el gobierno mexicano no tiene control sobre el país, y que estaban apostando a la derrota del proyecto de transformación encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
«Ellos hubieran querido que para México hubiera habido más aranceles», afirmó Sheinbaum. Además, recalcó que estos opositores no están pensando en el país, sino en sus propios intereses y en la posibilidad de regresar a los “fueros” que perdieron con el actual gobierno.
A pesar de las críticas, Sheinbaum celebró el hecho de que Estados Unidos no haya impuesto nuevas tarifas a los productos mexicanos, lo cual calificó como un reflejo de la «buena relación» que México ha logrado construir con su vecino del norte bajo la administración de López Obrador.
La presidenta destacó que, mientras otros países enfrentarán gravámenes adicionales, México quedó exento de nuevas tarifas gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). No obstante, Sheinbaum aclaró que seguirán aplicándose los aranceles del 25% a productos fuera del acuerdo, así como a ciertos productos como el acero, el aluminio y los automóviles, debido a la falta de componentes fabricados en Estados Unidos.
El anuncio de Trump fue visto como un alivio para México, aunque Sheinbaum advirtió que aún existen temas pendientes, como los aranceles sobre el acero y el aluminio, que México sigue buscando mejorar en futuras negociaciones.