CDMX a 12 de marzo, 2025.- La presidenta Claudia Sheinbaum ha solicitado a la Cámara de Diputados aprobar cuanto antes sus reformas en materia energética, con la intención de firmarlas el próximo 18 de marzo, fecha emblemática por la conmemoración de la Expropiación Petrolera. Estas modificaciones buscan revertir en gran medida la reforma energética de 2013 y fortalecer a las empresas estatales Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).

En su conferencia matutina, Sheinbaum subrayó la importancia de devolver la soberanía energética a México, asegurando que la reforma de 2013, aprobada en el gobierno de Enrique Peña Nieto, abrió las puertas a la corrupción y debilitó a las empresas públicas. Según datos presentados por la mandataria, la deuda de Pemex aumentó 91.9% entre 2007 y 2018, mientras que la producción de petróleo disminuyó, lo que incrementó la dependencia de importaciones de gasolina y diésel.

Las reformas incluyen cambios en diversas leyes clave, como la Ley del Sector Eléctrico, la Ley de Hidrocarburos, la Ley de Planeación y Transición Energética, la Ley de Biocombustibles y la Ley de Geotermia. Además, se modificarían la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo y la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Con estos ajustes, Sheinbaum pretende que Pemex y la CFE recuperen su papel central en la producción y distribución de energía en México.

Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, según Sheinbaum, se logró reducir la deuda de Pemex en un 24.9% y fortalecer su capacidad de refinación con la inauguración de nuevas plantas y la modernización de las existentes. La presidenta argumenta que estos esfuerzos deben consolidarse mediante las reformas propuestas, para garantizar la autosuficiencia energética y evitar la injerencia de intereses privados en el sector.

Sin embargo, la iniciativa ha generado reacciones encontradas. Mientras algunos sectores consideran que reforzar a Pemex y la CFE es esencial para la soberanía energética, otros advierten que la eliminación de incentivos para la inversión privada podría frenar el desarrollo del sector y afectar la competitividad del país. Además, hay dudas sobre si estas medidas realmente garantizarán una reducción en los costos de electricidad y combustibles para la población.

El Congreso tiene ahora la responsabilidad de analizar y discutir las reformas antes del 18 de marzo. Si se aprueban, Sheinbaum podría convertir el aniversario de la Expropiación Petrolera en el día clave para la transformación del sector energético en México. Resta ver si la estrategia logra su objetivo sin generar nuevas controversias o si enfrentará obstáculos en su implementación.