Por Juan Pablo Ojeda
En un giro inesperado de los acontecimientos, la presidenta electa Claudia Sheinbaum ha salido al paso para defender la polémica reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Esto ocurre apenas horas después de que AMLO criticara a los docentes de la Facultad de Derecho de la UNAM, quienes habían liderado una protesta contra la reforma.
A la salida de su casa de transición en la Ciudad de México, Sheinbaum abordó a los medios para explicar su posición sobre la reforma que ha generado un aluvión de manifestaciones entre los estudiantes de derecho. La exjefa de Gobierno defendió la propuesta presidencial, señalando que la reforma busca atacar problemas serios dentro del sistema judicial, como el nepotismo.
Sheinbaum destacó que, a diferencia del actual sistema donde los nombramientos de jueces pueden estar influidos por vínculos familiares, la reforma pretende abrir el proceso de selección a una mayor transparencia y a la participación de nuevos perfiles. “El nombramiento de los jueces no debería estar dominado por intereses familiares. Con esta reforma, los estudiantes que están protestando podrían, si cumplen con los requisitos, participar en la selección de jueces y magistrados”, explicó.
Además, la presidenta electa subrayó que la reforma no está dirigida a limitar el acceso a los jóvenes talentos, sino a fomentar una mayor equidad y legitimidad en el sistema judicial. “Si se trata de elegir a familiares o amigos, eso va en contra de lo que buscamos. La reforma quiere fortalecer la democracia y ofrecer un país más justo para todos”, puntualizó.
En cuanto a las críticas de los estudiantes, Sheinbaum hizo un llamado a leer detenidamente la propuesta para entender sus verdaderos objetivos. También rechazó las acusaciones de que la reforma sea antidemocrática, como afirman algunos profesores de la UNAM. “Invito a los estudiantes a informarse bien y ver la reforma por lo que realmente es. Queremos una justicia más accesible y transparente”, dijo.
Este debate se enmarca en un contexto de creciente tensión entre el gobierno, las instituciones académicas y los ciudadanos preocupados por los cambios en el sistema judicial. Con la reforma aún en discusión y la oposición en aumento, la claridad y la comunicación efectiva se vuelven cruciales para resolver las dudas y alcanzar un consenso en torno a estas importantes modificaciones legales.
Así, mientras los estudiantes y docentes continúan manifestándose, tanto AMLO como Sheinbaum se mantienen firmes en su defensa de la reforma, esperando que el tiempo y el diálogo ayuden a despejar las inquietudes y a consolidar un sistema judicial más robusto y equitativo.