A sus 38 años, el legendario defensor español Sergio Ramos fue presentado como nuevo refuerzo de los Rayados de Monterrey. En una conferencia de prensa llena de optimismo, el exjugador del Real Madrid y el París Saint-Germain aseguró que llega con la ambición de seguir ganando títulos y aportar su experiencia al fútbol mexicano.
«Monterrey me ofrecía ese equilibrio que venía buscando», declaró Ramos, destacando el atractivo de competir en torneos como la Liga MX, la Concacaf Champions Cup y el Mundial de Clubes. Además, mencionó que la estabilidad de la ciudad y la calidad de vida fueron factores clave en su decisión, tanto para él como para su familia.
En cuanto a su papel en el equipo, Ramos afirmó que su liderazgo será natural, sin necesidad de portar el brazalete de capitán: «Nunca necesité de un brazalete para ejercer de líder». También se mostró consciente del reto que implica vencer a equipos como América y Tigres, asegurando que «va siendo hora de que las Copas cambien de vitrinas».
Una presentación a la altura de su leyenda
La bienvenida a Ramos fue espectacular. Unos 33,729 aficionados se reunieron en el Estadio BBVA para presenciar su presentación, donde el club organizó un espectáculo ecuestre en honor a la afición del jugador por los caballos. Además, el español lució su nueva camiseta con el número 93, en referencia al minuto en el que anotó su icónico gol en la final de la Champions League 2013-14 con el Real Madrid.
La afición de Rayados recibió con emoción su fichaje, considerándolo una de las mejores contrataciones en la historia del club. «Este fichaje es una bomba, lo mejor que ha traído Rayados en mucho tiempo», opinó Adrián Navarro, aficionado de 45 años.
Aunque Ramos aún requiere unas semanas de preparación antes de debutar, la expectativa en Monterrey es altísima. Su llegada no solo refuerza al equipo, sino que también eleva el nivel de la Liga MX y promete emociones para el próximo Mundial de Clubes.