Por Bruno Cortés
El diputado Rubén Moreira Valdez, coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, ha alzado la voz sobre un tema que preocupa a muchos mexicanos: la crisis de inseguridad que azota al país. A raíz de la reciente sentencia de 38 años de cárcel impuesta a Genaro García Luna en Estados Unidos, Moreira advierte que este caso no debe desviar nuestra atención de los problemas graves que enfrentamos aquí en México. “No soy quien para cuestionar la justicia de allá, pero esto no puede ser una cortina de humo para ocultar lo que realmente está pasando en nuestro país”, dijo el diputado.
La realidad es que la delincuencia organizada sigue operando con impunidad en muchas regiones, y la falta de un plan efectivo de seguridad ha dejado a la población en un estado de vulnerabilidad constante. Moreira mencionó ejemplos alarmantes de violencia, como el macabro hallazgo de más de nueve cuerpos decapitados en Jalisco y la creciente ola de incendios en supermercados en Guadalajara. “No podemos permitir que lo que sucedió con García Luna se use para distraer a la gente de la tragedia que estamos viviendo aquí”, enfatizó.
El diputado también subrayó que, aunque la sentencia es un paso importante en la justicia estadounidense, no exime a las autoridades mexicanas de su responsabilidad. “Necesitamos saber qué programas están implementando para combatir el crimen y qué diagnósticos han realizado”, exigió. La falta de diálogo entre la Cámara de Diputados y los gobernadores sobre las estrategias y el presupuesto para enfrentar esta crisis es alarmante.
La situación es crítica. Con el sexenio actual a punto de concluir, los índices de violencia han alcanzado niveles históricos. La percepción general es que el gobierno ha fracasado en su deber de proteger a los ciudadanos y garantizarles seguridad. La impunidad y el crimen organizado parecen estar ganando terreno, mientras que las comunidades sufren las consecuencias.
Moreira hizo un llamado a la ciudadanía para que no se deje engañar por espectáculos mediáticos que intentan desviar la atención. “Es fundamental que todos estemos alerta y exijamos respuestas claras sobre cómo se va a enfrentar este monstruo llamado inseguridad”, concluyó.
En resumen, la crisis de inseguridad en México no puede ser ignorada ni minimizada. Es un problema complejo que requiere atención inmediata y soluciones efectivas. Los ciudadanos merecen vivir sin miedo y tener confianza en sus instituciones. Es hora de actuar y exigir un cambio real.