CDMX, 25 de septiembre del 2023.- El reloj climático corre y México no puede darse el lujo de quedarse atrás. Esta parece ser la premisa bajo la cual senadores y especialistas en cambio climático se han unido para afianzar el compromiso de nuestro país en la lucha contra el calentamiento global.
Durante el taller «Emisiones de metano para el sector de gas y petróleo», Alejandra Lagunes Soto Ruíz, senadora del PVEM, pintó un panorama desolador con las consecuencias que el cambio climático ya está dejando ver: olas de calor, incendios y graves inundaciones son solo la punta del iceberg.
Una de las preocupaciones centrales es el metano, un gas con un potencial de daño ambiental que supera 80% al del dióxido de carbono. La senadora Lagunes Soto Ruíz advierte que México carece de planes concretos para reducir estas emisiones. Una carencia que no puede seguir postergándose, especialmente si consideramos que México es uno de los principales productores de este gas. La invitación es clara: expertos y legisladores deben trabajar codo a codo para encontrar soluciones viables.
No obstante, el compromiso va más allá del metano. El acuerdo global está enfocado en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% para 2030, tal como lo establece la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP). Dolores Barrientos Alemán, representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, pone énfasis en la necesidad de establecer una hoja de ruta clara hacia este objetivo.
México, como integrante del G20, ha sido señalado por no comprometerse a neutralizar por completo las emisiones para 2050. Las consecuencias ya son palpables: mientras el promedio global de aumento de temperatura es de 1.2 grados debido al cambio climático, en territorio mexicano este incremento ya alcanza los 1.8 grados. De continuar este ritmo, la temperatura en México podría aumentar hasta cinco grados centígrados para 2100.
Las repercusiones serían devastadoras: zonas inhabitables, migraciones masivas, sequías y una disminución dramática de la población a causa de eventos climáticos extremos.
La tarea es titánica, pero la unión de esfuerzos entre expertos y el Senado es un paso esperanzador. El taller es solo un reflejo de esta sinergia, un espacio donde la opinión de especialistas se traduce en propuestas legislativas que buscan no solo adaptarse a la nueva realidad climática, sino actuar de forma decidida para combatirla. La lucha contra el cambio climático es, sin duda, la batalla del siglo, y México tiene la oportunidad de tomar las riendas y liderar el cambio en la región.