El Grupo Parlamentario del PRI pidió a las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural y de Economía un informe sobre las estrategias que se implementarán para evitar que la prohibición del maíz amarillo transgénico, para consumo humano, provoque desajustes en el mercado y aumentos en el precio de la tortilla, en perjuicio de las familias mexicanas.
Las y los senadores solicitaron a estas dependencias, así como a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios un reporte respecto a los estudios que presentará México durante las consultas formales promovidas por Estados Unidos y Canadá sobre las restricciones a las importaciones agrícolas genéticamente modificadas, para demostrar que los productos transgénicos son dañinos a la salud humana.
En un punto de acuerdo que enlistaron en la Gaceta Parlamentaria del 22 de marzo, recordaron que el pasado 13 de febrero se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el decreto por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado.
Dicho documento tiene el propósito de revocar y no otorgar más autorizaciones para el uso de este tipo de maíz para consumo humano, así como la eliminación del fertilizante glifosato para la producción masiva de este alimento transgénico, por ser considerado como potencialmente cancerígeno.
Lo anterior, explicaron las y los legisladores del PRI, generó que el pasado 6 de marzo la representación comercial estadounidense solicitara al comité del T-MEC consultas técnicas contra México, sobre las medidas sanitarias y fitosanitarias incluidas en el tratado comercial.
Incluso, Canadá se adhirió a dichas consultas técnicas por su preocupación de que, a partir de este antecedente en el comercio internacional, se impongan futuras prohibiciones a la agricultura producida con biotecnología.
Refirieron que ambos países expresaron críticas a los planes de México por no contar con una validación científica sobre los daños a la salud humana de esos insumos, y advirtieron que una restricción de las importaciones de su maíz transgénico podría derivar en una disputa comercial, así como la posibilidad de tomar medidas contra nuestro país.
En el punto de acuerdo tambien pidieron a las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural, y de Economía informen sobre las estrategias para fortalecer los programas y apoyos al sector agrícola, para incrementar la producción de maíces nativos de México para abastecer adecuadamente al sector de la masa y la tortilla a partir de nuevos bioensayos y otras técnicas agroecológicas.
Los senadores requirieron un reporte de las acciones que se llevarán a cabo para regular la ingesta de glifosato y la realización de muestreos probabilísticos a alimentos que permitan conocer la trazabilidad del maíz genéticamente modificado, en función de lo establecido en el Decreto por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado.
Agregaron que el proyecto intenta advertir sobre una medida de política pública que, de no implementarse adecuadamente, pudiera generar condiciones desfavorables para que la población pueda acceder a productos básicos de calidad a precios accesibles, entre los que se encuentra de manera preponderante el maíz.
Además de las serias repercusiones respecto a la seguridad alimentaria y la productividad agrícola en México. El punto de acuerdo se remitió a la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural.