CDMX a 18 de abril, 2024.- En una decisión que ha polarizado opiniones en el ámbito político mexicano, el Senado aprobó una reforma a la Ley de Amnistía que otorga al Presidente de la República la facultad de conceder amnistía de manera directa en casos que considere de relevancia estatal. Esta medida ha suscitado un intenso debate sobre el balance de poderes y la justicia en México.
Con una mayoría de 67 votos a favor y 32 en contra, el bloque oficialista liderado por Morena logró la aprobación de la reforma, que ahora será enviada a la Cámara de Diputados para su revisión y posible ratificación. Los legisladores de la oposición, sin embargo, han expresado su firme rechazo a la medida, argumentando que confiere al Presidente poderes excesivos y potencialmente monárquicos, lo cual podría alterar significativamente el sistema democrático del país.
La reforma introduce un nuevo artículo a la Ley, permitiendo al Ejecutivo otorgar amnistía sin seguir el procedimiento establecido, siempre y cuando la información proporcionada por el beneficiario sea crucial para esclarecer eventos importantes para el estado. Este cambio ha sido defendido por partidarios del gobierno como una herramienta necesaria para obtener información vital y resolver casos pendientes de gran impacto.
Sin embargo, detractores como el senador panista Damián Zepeda y el senador Emilio Álvarez Icaza han criticado la medida, acusando al gobierno de intentar legalizar un «culto a la personalidad» y comparando al presidente con un «rey» o «semidios». Además, argumentan que la reforma podría ser utilizada para manipular o perdonar selectivamente a individuos vinculados con delitos serios, bajo el pretexto de contribuir a la verdad y la justicia.
La discusión también ha tocado temas de justicia transicional y las preocupaciones de las víctimas de violencia y delitos graves. Según Álvarez Icaza, la administración actual ha fallado en mantener compromisos previos con las víctimas de violaciones de derechos humanos, poniendo en duda la efectividad y la sinceridad de las nuevas disposiciones sobre amnistía.
A pesar de las garantías ofrecidas por figuras como Ricardo Monreal y Olga Sánchez Cordero, quienes sostienen que la reforma está condicionada y no será utilizada de manera arbitraria, la oposición continúa expresando su preocupación por las implicaciones de un poder tan amplio en manos del ejecutivo.
Esta reforma llega en un momento crítico para México, donde la lucha contra la impunidad y la corrupción sigue siendo un tema central en la agenda política. Con el periodo ordinario de sesiones acercándose a su fin, todos los ojos estarán puestos en la Cámara de Diputados para ver si esta controvertida medida será implementada o rechazada.